Megafón o la guerra – Actúan: Federico Alu, Guido Arena, Manuel Bello, Nicolás Bubay, Soledad Cagnoni, Carlos Canosa, Ezequiel Covarrubias, Hugo Dezillio, Catalina Hannon, Ángel Jerez, Víctor Labra, Melania Miñones, Jerónimo Naranjo, Hilario Quinteros, Germán Romero, Juan Ignacio Sicardi, María Soledad Tuchi – Vestuario: Marta Albertinazzi – Iluminación: Adrián Blanco, Pedro Zambrelli – Música: Jerónimo Naranjo, Juan Ignacio Sicardi – Autoría: Leopoldo Marechal – Escenografía y Dirección: Adrián Blanco
Ah no, el tema no es fácil. Leopoldo Marechal tampoco. La política, menos. Así y todo, lo que logra Adrián Blanco merece mucho respeto. Se las ha ingeniado para llevar a escena una historia que cuenta, en definitiva, la repetición de los conflictos del hombre, que aparecen –como dice Marechal- bajo distintas formas despistantes en su modernidad.
El Megafón del título quiere hacer la guerra a los usurpadores del poder pues, según su teoría, la patria es una víbora enroscada en un árbol, con dos peladuras. La primera son los hombres y las cosas muertas en el país, políticos podridos en sus tumbas y asaltantes del poder y del dinero. Esto es lo visible. En tanto la otra es lo que no se ve, el pueblo sumergido que, sin embargo, quiere salir a la superficie pero no lo dejan.
Megafón plantea entonces una guerra celeste y otra terrestre. A partir de esta idea, Marechal prevé lo que ocurrirá en la década del 70, el grotesco de la realidad y las situaciones increíbles pero verosímiles.
Adrián Blanco ideó un interesante escenario en donde se conjuga el teatro griego, con sus coros, y el circo criollo –más circo que nunca-, donde tampoco faltan sainete y murga, con obreros que serán partidarios o denostarán la causa de Megafón. Todo es metafórico en este complejo texto cuya puesta en escena ha sido una conquista.
Se conjugan ideas políticas, sociales y literarias. Y ese conjunto es sumamente atractivo en cada una de las escenas que Blanco plantea, en la particular estética que buscó a través de un espacio, un vestuario, una iluminación y hasta una coreografía de movimientos que también hablan de la historia que se entreteje. Lo ha hecho con imágenes cautivadoramente oníricas, con espacios que generan otros espacios, cielo, tierra, agua, y diferentes geografías humanas.
Para la increíble cantidad de personajes que participan en Megafón o la guerra, es maravilloso el parejo trabajo del elenco. Son casi una veintena, personificando una casi cuarentena. Sin embargo, no se puede dejar de destacar a Manuel Bello, que compone cuatro personajes, de los cuales el Intendente es para premio. Se lucen también Melania Miñones -en sus dos papeles-, Hugo Dezillio, como Garay, y Germán Romero, el mismísimo Megafón.
La especial sala del Centro Cultural de la Cooperación es un interesante lugar que permite jugar y crear en un espacio que da libertad y se ha sabido aprovechar. Aun con algo de morosidad en el relato y una música que nada añade a la historia, conviene experimentar este inusual texto literario del autor de Adan Buenosayres, llevado al teatro en una forma encantadoramente surrealista. Martin Wullich
Se dio hasta fin de 2007
Centro Cultural de la Cooperación
Corrientes 1543 – Cap,
(011) 5077-8077
centrocultural.coop
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