Los cuerpos – Intérpretes y Dirección: Ramiro Cortez y Federico Fontán – Vestuario: Alejandro Mateo – Iluminación: Paula Fraga
Hacia algún lado van, lentamente. Se detienen, se entienden. Avanzan otro trecho. Se tocan, se transforman. Sus bestiales cabezas equinas parecen tan elocuentes como sus cuerpos. Son, justamente, los cuerpos del título que todo lo expresan, por momentos de un modo ambiguo, en otros de manera frontal, agresiva. Es indudable que están en una búsqueda. Son insaciables e inagotables.
Llegan cargados de libido y sin ambages se entregan mutuamente en homoeróticas pulsiones. Exhiben sin pudor su relación fetichista, puntualmente viva en los pies que caminan, corren, saltan, vibran, al compás de una música electrónica y minimalista. También en sus miradas que todo lo penetran. Y en un estilo de danza contemporánea tan libre como lo que sus mentes transmiten, individualmente y en pareja.
El trabajo de los bailarines es arduo y bravío. Hay una total entrega al relato que cada uno entenderá con la misma libertad e imaginación con que es transmitido. A veces parecería escaparse de los límites de la danza –si es que los tiene- y entrar en una teatralidad de violencia desmedida, masoquista, dolorosa, sádica, en tenso contraste con un amor subyacente que encuentra su apogeo en los momentos silentes.
La implícita y total entrega de sus protagonistas, Federico Fontán y Ramiro Cortez, es claramente apreciable. Ambos generan momentos de superlativa sensualidad, apoyados por una iluminación que oscila de acuerdo al carácter expresado, desde la brillante claridad reflejada en cuerpos decididos y masculinos hasta la total oscuridad que propone el íntimo encuentro entre lo humano y lo bestial. Martin Wullich
Se dio hasta fin 2014
El Portón de Sánchez
Sánchez de Bustamante 1034 – Cap.
(011) 4863-2848