El dramaturgo y director Ósjar Navarro Correa creó esta puesta que en sólo 60 minutos sacude emocionalmente. La historia tiene fuertes condimentos como el abuso infantil, la identidad de género, la violencia familiar y un asesinato. Con diálogos lúcidos que dejan mella, nos hace reflexionar sobre temas que en nuestra sociedad son una oscura dolencia diaria y se dan en todo extracto social. Navarro Correa se destaca por su claridad al abordar una sorprendente y aguda dramaturgia que toca lo marginal.
El trío actoral es certero. Diego Amador se destaca dando vida con excelente histrionismo a un personaje completamente empático, un travesti que aporta los momentos más cómicos y sensibles en la obra. Jorge Incorvaia, convincente y eficaz, corporiza al abusador de la familia, el personaje más crudo y chocante. Carolina Maldonado, encara hábilmente lo dramático en su papel de mujer sometida y hermana acomplejada. La profusa escenografía, el buen diseño sonoro y la precisa iluminación completan el clima agobiante para la oscura trama.
La obra resulta movilizadora. Con un inicio tibio y sobrio, los temas van aflorando y la imaginación del observador se pone en juego todo el tiempo. El desenlace soprende, asi como el grupo actoral que no sale a saludar. Este detalle remarca la sensación de abandono que deja la pieza, un interesante y pareja mezcla de justicia y crítica social. Cristian A. Domínguez
Viernes a las 23
Teatro Pan y Arte
Boedo 776 – Cap.
(011) 4957-6922
www.panyarte.com.ar
