FRANKIE & JOHNNY EN EL CLARO DE LUNA

Muy buenas actuaciones, humor y poesía, con dirección de Leonor Manso

Frankie & Johnny en el claro de lunaActúan: Luis Luque y Florencia Peña – Vestuario: Gabriela Pietranera –  Escenografía: Diego Siliano – Iluminación: Horacio Efron y Pablo Hernando – Autor: Terrence Mc Nally – Dirección: Leonor Manso

La mágica historia de Frankie y Johnny no ha sido tan así desde el comienzo. Plena de idas y vueltas, de quejas y reclamos, de costumbres que no cambiaban, la pareja superó todos los avatares posibles y por venir, en aras de un subyacente y verdadero amor que supieron encontrar. Para lograrlo, ella bajó las armas y se dejó seducir, y él no cejó en el esfuerzo de un muy especial acoso constante y tesonero, con total convencimiento de que era lo mejor que a ambos les podía pasar. Y,  claro de luna mediante, suponemos que vivieron felices.

El relato de Frankie & Johnny en el claro de luna, escrito por Terrence Mc Nally y basado en la película homónima, no es por sí mismo diferente de otros ni especialmente atractivo. El éxito de esta casi cotidiana historia reside en las actuaciones de sus intérpretes, que -en este caso- están consustanciados a pleno en el alma de los personajes, ya grandes, ya con una vida hecha, ya conocedores de que se debe escuchar al otro para descubrir y disfrutar un mundo hasta entonces desconocido. Florencia Peña lleva con sorprendente naturalidad su escepticismo respecto de la relación, desengañada por diferentes cuestiones y casi aburrida de diarias rutinas. Lo hace muy bien, con solvencia, sin pretender ir más allá, pues también su vida es simple y se deja fascinar por las enloquecedoras propuestas de él, sintiéndose subyugada aunque se muestre reticente. Luis Luque realiza un trabajo excelente, que maneja con notable histrionismo gestual y corporal. Sus frases salen a borbotones, como desparramadas, sin contención, pero con contenido. Convence pues está convencido. Se observa, sabe de su imagen física, pero también se sabe noble. Reconoce su picardía, y a la vez la ama más que a nadie en el mundo. Por eso gana. Por eso ganan.

Estupendamente marcados por Leonor Manso, van gradualmente integrando al espectador a su mundo, hasta cocinando en escena una sugerente omelette que se respira riquísima. La escenografía, muy creativa, con sus grises contrastes, y un muy buen diseño de luces, generan el apropiado marco para el relato poético bajo la sugerente luna llena. Martin Wullich

Se dio hasta noviembre 2009
Teatro Picadilly
Av. Corrientes 1524 – Cap.
(011) 4373-1900

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