FRANK ABAGNALE JR., reproducciones varias

Una mirada a “Catch me if you can” en libro y en película

Catch me if you can (Atrápame si puedes) – Elenco: Leonardo DiCaprio, Tom Hanks, Christopher Walken, Amy Adams, Martin Sheen,  Nathalie Baye, James Brolin, Nancy Lenehan, Jennifer Garner – Música: John Williams – Autor: Frank Abagnale Jr., Stan Redding – Director: Steven Spielberg

“El alter ego de un hombre no es más que la imagen favorita que tiene de sí mismo”. Estas son las palabras de un hombre que, en busca de sí mismo y de poder darle algo de glamour a su vida, se embarcó en una aventura engendrada por su frondosa e increíble creatividad. Desde los quince años de edad, hasta los veinte en que fue aprehendido, Frank Abagnale Jr. vivió una vida de película.

Entre los muchos alter ego que se pueden encontrar recorriendo las páginas de Catch Me If You Can (en español, Atrápame si puedes), están el piloto de Pan American Airways -la famosa aerolínea estadounidense que quebró a principios de los noventa-, el pediatra, el abogado, y el escritor, todos falsos.

Si Damián Szifrón hubiese querido fusionar a sus simuladores en una sola persona, se las hubiese visto en figurillas. Pero en esta autobiografía, Abagnale Jr. es Santos, Ravenna, Medina y Lamponne al mismo tiempo. Logística, personificación, movilidad y contacto de potenciales “perejiles” para forrar todo Estados Unidos de cheques falsos, y Europa también. Todo en una sola persona, y para colmo, un mocoso que no llegaba a los dieciocho, pero se atrevió a desplumar a monstruos como Pan Am o diversos bancos.

El libro que narra las andanzas de los distintos alter ego de Abagnale, Catch Me If You Can, fue escrito por el mismo Abagnale Jr. en colaboración con Stan Redding, y publicado a principios de los ochenta. En cuanto a narración, abunda en detalles en cuanto a sus fechorías: por ejemplo, describe con bastante minuciosidad cómo elaborar un cheque falso, con listado de materiales incluido. ¿Será que esa misma capacidad creativa de Abagnale para fabricar cheques y licencias falsas de piloto comercial tiene alguna relación con su prodigiosa memoria?

Excepto por el hecho de que el autor cambió nombres, lugares y fechas, obviamente para preservar a las personas reales que tuvieron algún contacto con él o fueron víctimas de sus fraudes, los recuentos de los acontecimientos son puntillosamente detallados. Uno bien podría estar viendo la acción en la pantalla, y hasta puede seguir en su imaginación el paso a paso de cómo timar a una aerolínea.

La versión original en inglés es, dicho sea de paso, fuente excepcional para estudiantes de traductorado o profesorado de inglés y la delicia de todo docente de Lengua Inglesa. Es ideal para hacer extensive reading y para explorar todas las ways of habidas y por haber; en este caso, maneras de timar a otros. Términos como forgery, counterfeit, bogus, bilk, scam y otros, sinonimias varias para referirse a las mujeres y a las relaciones non sanctas con estas, además de otras cuestiones, pueblan las páginas de este libro. Es buen material para ver cómo funcionan los distintos registros de la lengua en el plano de lo real: Abagnale Jr. es él mismo, es directo y franco (haciendo honor a su nombre), no da vueltas a la hora de relatar sus aventuras amorosas, y no guarda las apariencias con eufemismos innecesarios.

En cuanto a moraleja, en realidad hay que decir dos cosas. Una, que los sucesos narrados por Frank Abagnale Jr. conforman un compilado de lo que no se debe hacer. Hacia el final del libro, el autor manifiesta agobio por una perspectiva de vida huyendo de la legalidad, y tras estadías en prisiones varias, encuentra una salida decente a sus años mozos de despilfarro y de engaños. Decide salir de su autoinfligida clandestinidad ofreciendo sus servicios a la ley y el orden para detectar cheques falsos y fraudes varios. Algo así como un Darth Vader al revés. Dos, que la minuciosidad del autor en describir sus fraudes conforma algo así como “el” manual del embaucador perfecto. Es difícil marcar una línea precisa en cuanto a hasta dónde conviene que este tipo de cuestiones sean conocidas por todo el mundo; dicho en criollo, este libro ¿no habrá “avivado a más de un gil”? Por otra parte, es difícil saber si tanta información divulgada al público no serviría para que este último sea más precavido en sus transacciones comerciales.

Tanto fue el impacto de la increíble historia, que en 2002 Steven Spielberg produjo la película con el mismo nombre del libro, y convocó a Leonardo DiCaprio como el múltiple impostor y a Tom Hanks como su implacable perseguidor. El mismo Frank Abagnale Jr. tuvo su propio cameo: es el policía que aprehende a su “reproducción” fílmica en Francia. Y hablando de reproducciones, hay que decir que en las casi dos horas y media que dura la película, el tratamiento de la historia, el clásico tinte hollywoodesco característico de estas producciones -nada menos que una dupla conformada por dos actores en la cima de sus carreras- le quita a la historia narrada por Abagnale la crudeza de sus delitos y de su vida como prófugo de la justicia.

Además, como buena versión hollywoodense, altera el orden de la acción, mezcla personajes (la Brenda de la película fusiona a la enfermera del hospital donde Abagnale “ejerció” como pediatra y a la Rosalie del libro, que fue su prometida y cuyo padre le abrió las puertas a su impostura como abogado), y -toques humorísticos mediante- prodiga de un aura de ingenuidad a los dos protagonistas. Como botón de muestra, omite bastantes detalles de la vida en prisión en Perpignan -que en el libro se narra con especial crudeza, sin vueltas- y que da a entender al lector que quizás haya sido una inflexión en la vida del Abagnale real. Una reproducción que dista de ser fiel a la reproducción más o menos fiel del original protagonizado por Frank Abagnale Jr. y sus alter ego. Viviana Aubele

Atrapame Si Puedes -VideoClip Subtitulado a Espau00f1ol (2002) Comedy Movie

Más info en Wikipedia
El film está en Netflix

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