Autor e intérprete: Juan Pablo Geretto – Iluminación: David Seldes – Vestuario: Magda Banach – Dramaturgia: Virginia Martinez – Dirección: Juan Pablo Geretto, Virginia Martinez
No abundan en los escenarios los textos que aborden la realidad de personas obligadas al deber de familia. Aquellos que por tratar de preservar la tradición, la lealtad y la unión en su casa cortan su libertad y anhelos personales. Este unipersonal es la historia de Estrella, una mujer madura que se presenta superficial, verborragia e ingenua a la vez.
Con un inicio desconcertante y lleno de simpatía, el genial Juan Pablo Geretto nos va llevando con solidez y energía, en un trabajo de inmersión por las tragicómicas vivencias de este rico personaje. Toda la historia gira en torno a Estrella, una entrañable ama de casa del interior convertida en soldado de venta de una multinacional de cosméticos, tiene un decir ilimitado y acelerado, pero también una aguda mirada que analiza todo lo que la rodea.
Estrella, desde su niñez, debió enfrentar la vida y sus barreras, una familia dominante y los secretos que los adultos construyen alrededor de sí mismos para protegerse. Un rico texto del propio Geretto construido alrededor de lo que se podría decir una falsa comedia, encierra temas no triviales como el aborto clandestino, la violencia de género y el poco espacio para la mujer dentro del campo laboral.
Es una historia doméstica, en donde el ambiente y los personajes son lo dulce de la pieza, pero las incisivas críticas internas del personaje son el plato principal, aún más que saber si Estrella hará o no el viaje laboral que prometió al inicio. La apuesta de Virginia Martínez y Juan Pablo Geretto es triple: la historia, con peso propio, que llama a las puertas de la indiferencia social para hacernos ver el brillo de personas como Estrella, a quienes se condena a veces a una soledad interna pese a toda una familia que la rodea, fruto de la incomprensión y las obligaciones colectivas.
El segundo elemento es el talento de su actor, que se entrega por completo y se transforma en un abanico de heterogéneos personajes llenos de simpatía y malicia a la vez, que viaja de un sentimiento a otro en un chasquido de dedos. El tercer eje es su concepción escénica, con una escenografía sencilla y poética. Convierte la sala en un patio casero donde el naranjo que se nombra no se ve, pero está allí. Es una concepción que encierra calidez, soledad y supervivencia. Cristian A. Domínguez
Viernes a las 20
Sábados a las 20 y a las 22
(desde el 3 de enero 2020)
El Camarín de las Musas
Mario Bravo 960 – Cap.
(011) 4862-0655
elcamarindelasmusas.com.ar