La reunión fue entrañable. La cita era a las 20, pero media hora antes comenzaron a llegar los invitados que rendirían homenaje a uno de los más queridos comediantes de nuestro país. Ese cariño se transmitió en forma constante durante los 90 minutos que duró el cálido tributo a Enrique Pinti, por sus 51 años en escena.
La original puesta en escena representaba su histórica mesa del restaurante Edelweiss, con la sobria decoración de este popular reducto de estilo alemán que tantos artistas ha cobijado por años. Allí se sentaron Juanito Belmonte -su amigo del alma-, Laura Fidalgo, Elio Marchi, Magdalena Ruiz Guiñazú -quien ofició de anfitriona-, Canela y Fanny Mandelbaum.
Auténticos mozos del Edelweiss -los adorables Andrés López y José Luis Soria– atendieron arriba del escenario con la prestancia y efectividad que los caracteriza, bajo la tutela de un maître muy especial: Guillermo Francella, quien supo imponerle, fiel a su estilo, la cuota de comicidad. Entre plato y plato fueron desfilando artistas que homenajearon a un Enrique Pinti exultante, quien desde uno de los palcos agregaba bocadillos de todo tipo, ayudando a recordar parte de su misma historia con amigos queridos.
Así pasaron Cecilia Figaredo y Hernán Piquín en un contemporáneo pas de deux, Cecilia Milone -cantando como Libertad Lamarque-, Violeta Rivas y Nestor Fabián, Edda Díaz -recordando el poema de la Gallina Embarazada-, Jorge Priano y Omar Calicchio -componiendo dos divertidísimas señoras que cantaron una inusitada versión del tango Sur-, Sandra Mihanovich -cuya versión de Honrar la vida emocionó a todos- y gran parte del elenco de Hairspray, haciendo de las suyas.
Sobre el final, Enrique Pinti subió a recibir una placa de manos de Jorge Lanata, acompañado por Lino Patalano y Ricky Pashkus. Mientras la noche terminaba, Graciela Borges, Jorge Luz, Marcos Mundstock, Moria Casán, y hasta su vestuarista de más de tres décadas subieron también a cantarle los 51 con notable efusividad y emoción.
Entre tanto afecto, mimos, caricias y halagos recibidos, Pinti decidió volver a su casa en vez de pasar por el Edelweiss, temiendo que la suma de emociones le provocara un vahído. Martin Wullich
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Fue el 13 de octubre de 2008
Teatro Maipo
Salsa criolla, un clásico de Pinti
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