En los años noventa salía a publicación Idiomanía, una revista mensual dirigida por el traductor público Ricardo Naidich, y que marcó una época no solamente para quienes nos movemos en el mundo de la traducción, sino para quienes amamos todo lo relacionado con las lenguas. El periodista y escritor Daniel Balmaceda fue invitado a escribir artículos para varios ejemplares de esa hermosa y apasionante publicación. Mencionamos toda esta breve anécdota pues nos sirve de pie para hablar de lo que nos atañe en esta reseña: El apasionante origen de las palabras, el más reciente libro de Balmaceda, cuyo libro, Belgrano, salió también este año para recordar los doscientos años del fallecimiento de nuestro prócer.
Balmaceda es un apasionado por la investigación, por la historia, pero también por el origen de las palabras y expresiones cotidianas y que quizá no sabemos por qué las usamos o de dónde vienen o cómo han evolucionado. Historia de las palabras (2011) e Historias de letras, palabras y frases (2014) fueron, junto con los artículos “idiomaníacos”, los precursores de El apasionante origen de las palabras.
En este libro, Balmaceda se propuso organizar tremendo corpus de palabras, frases, refranes y expresiones que vienen formando parte de nuestra habla cotidiana y que están tan arraigados que los damos por sentado. Con meticulosidad de lexicógrafo, el autor siguió un criterio temático para organizar todas las entradas que conforman esta obra. Expresiones que tienen que ver con guerras y armamento, política y gobierno, deportes, religión, actividades laborales y creativas del hombre, locomoción, cuerpo humano y otras categorías pueblan este libro que por momentos confirma nuestras sospechas sobre cómo surgieron ciertas palabras o expresiones, y por otros, lisa y llanamente nos pincha el globo al derribar ciertos mitos, como cuando nos revela la verdad de la milanesa sobre la palabra “aguinaldo”.
Haciendo uso de frecuentes chispazos de humor, Balmaceda logra organizar lo que sería de otro modo una larga y tediosa lista de términos en una dinámica y entretenida continuidad de palabras y expresiones. Su veta de periodista y de historiador es el ingrediente que nos conduce a saber cómo de una palabra derivan otras que no imaginamos que estén relacionadas. Así, nos enteramos, como botón de muestra, cómo el mar se relaciona lógicamente con un mareo o con cosas no tan obvias como el nombre Miriam o la merluza.
Viajamos en el tiempo para enterarnos de que el imperio romano y el latín dieron luz a muchísimos términos que hoy usamos sin darnos cuenta. Tiempo, temporal, intemperie, temperamento, templanza, intempestivo, templo, contemplar; todas estas engendradas por un mismo vocablo latino, tempus. Nos desternillamos de risa con la increíble y tragicómica historia de Adolphe Sax. Y así, una plétora de anécdotas, explicaciones y datos históricos y biográficos que no tienen desperdicio. Las antedichas son solo botón de muestra.
“Si estos conocimientos le resultan apasionantes, hablamos el mismo idioma. La palabra es una herramienta poderosa y admirable”. Estas líneas obran de cierre para la introducción a este maravilloso libro, que si bien nutrido (y nutritivo para la avidez de cualquier idiomaníaco), abre acaso la cancha para una segunda parte. Permítanos el autor este amable tiro por elevación y que no lo tome como que queremos ponerlo en camisa de once varas. Todo lo contrario: hasta nos hemos dado el lujo, en esta misma reseña, de insinuar, como quien no quiere la cosa, alguna que otra expresión para seguir indagando. Viviana Aubele
El apasionante origen de las palabras
Daniel Balmaceda
432 páginas
Editorial Sudamericana
Leer un fragmento
Comprar en Cúspide
Comprar en Tematika
Sitio Web Daniel Balmaceda
Daniel Balmaceda es periodista por la Universidad Católica Argentina y fue editor de las revistas Noticias, Newsweek, El Gráfico, Aire Libre, La Primera y Periódicos de la Historia, un material realizado para colegios secundarios. Es miembro titular y vitalicio de la Sociedad Argentina de Historiadores y miembro de la Unión de Cóndores de las Américas. Entre 1989 y 1993 presidió la Fundación Cristóbal Colón. Fue jefe de Prensa de las secretarías de Industria, Comercio y PyMEs; y de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación. En televisión fue productor de Perdona Nuestros Pecados, Televicio y Móvil 13. Es autor del blog Historias Inesperadas. Publicó los libros: Espadas y Corazones (2004), Oro y Espadas (2006), Romances turbulentos de la historia argentina (2007), Historias insólitas de la historia argentina (2008), Historias inesperadas de la historia argentina (2009), Historias de corceles y de acero (2010), Biografía no autorizada de 1910 (2010), Historia de las palabras (2011).