EGO, sublimes pesadillas

Teatro, acrobacia aérea, música y misterio en impactante espectáculo

Actúan: Bruno López Aragón, Laura Belén Mazzola, Mariano Panelo, Ximena Tamara Pinto, Melina Andrea Seoane, Jose Temprana – Dirección: Bruno López Aragón, Mariano Panelo

El teatro, al igual que los sueños, suele contar historias. Pero, del mismo modo que sucede con los sueños, estas historias no siempre son lineales, ni demasiado claras, ni mucho menos definitivas. Sin embargo, esto no les quita contenido ni fuerza: muy por el contrario, es probable que en la polisemia simbólica de estos relatos se encuentre su mayor poder y atractivo, pues cada espectador conectará desde su propia sensibilidad (y desde su propio inconsciente) con lo que ocurre sobre el escenario.

La compañía Absoluto presentó su primera obra, titulada Ego, escrita y dirigida por Bruno López Aragón y Mariano Panelo, ambos provenientes de las filas del grupo Fuerza Bruta. Y ciertamente, tal como lo prometen en su promoción, se trata de un trabajo arriesgado, creativo y multifacético -visceral, añadimos nosotros-, que combina teatro, acrobacias aéreas, música en vivo y un potente trabajo de desarrollo dramático.

En el comienzo está la niebla. Una niebla cerrada que se cierne sobre el escenario, pero también sobre el público, sumiéndolo en un misterio que anticipa lo que vendrá luego. De esa niebla, como si fuesen parte de ella, van apareciendo personajes, absolutamente imprecisos, al punto de poder ser cualquiera de nosotros, o tal vez nadie. Lo que sucede allí, en las interacciones que tienen lugar entre ellos, podría tener mil interpretaciones diversas, tal como pasa en los sueños.

Pero lo que importa es lo que surge previo a cualquier reflexión, por más que ella surja luego de manera inevitable, aunque más no sea para que nos preguntemos qué demonios fue eso que tuvimos ocasión de presenciar. Hasta tanto ello suceda, el espectador se ve invitado a participar de un sueño -tal vez una pesadilla- inquietante, de tono postapocalíptico, pero al mismo tiempo sublime. Una pesadilla poblada de criaturas extrañas, para las que no hay ninguna explicación, en la cual uno sabe que si intenta correr las piernas se entumecerán para impedirnos llegar a ninguna parte, y donde los sentidos son siempre elusivos y distantes.

Con un dispositivo escénico y lumínico impactante, notables caracterizaciones y una combinación poderosa y efectiva de música pregrabada de corte electrónico con percusión y canto interpretados en vivo, de fuerte color tribal, inteligentemente hay palabras, pero como en un sueño son apenas susurradas, como para que más que escucharlas las adivinemos. Pero ¿de qué trata la obra? Hay un texto en el cual los autores dicen: «Ya no soy parte de un todo, sólo un todo partido en infinitos recuerdos que perdieron su nombre. Innombrados, me persiguen, y yo a ellos. Sin saber que quiere uno del otro, dejamos que el imán de la tentación nos atraviese; y ahí, en ese preciso momento, entrego una parte de mí».

Prescindiendo de estas palabras, resulta evidente que Ego habla de una primera persona, de una búsqueda constante del otro y de uno mismo. Búsqueda incierta, que por momentos es soledad y por momentos enfrentamiento, sembrada de tensiones y reflejos especulares. Como en un sueño, durante una hora la experiencia teatral y onírica nos enfrenta a lo que desconocemos de nosotros mismos. Cien por ciento recomendable. Germán A. Serain

Jueves a las 21
(hasta fin de octubre 2018)
El Galpón de Guevara

Guevara 326, Cap.
(011) 3908-9888
galpondeguevara.com

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