Dulce pájaro de juventud – Actúan: Gastón Ares, Victorio D´Alessandro, Sebastian Dartayete, Malena Figo, Pablo Flores Maini, Carlos Kaspar, Pablo Mariuzzi, Mauro J. Pérez, Maby Salerno, Beatriz Spelzini, Sergio Surraco, Pablo Viotti – Vestuario: Mini Zuccheri – Escenografía: Daniel Feijóo – Iluminación: Claudio Del Bianco – Música: Axel Kryeger – Letras de canciones: Gonzalo Demaría – Autor: Tennessee Williams – Director: Oscar Barney Finn
La juventud y el amor son eternos temas en la literatura y el cine de todas las épocas. Por citar algunos ejemplos, el personaje Dorian Gray, creado por Oscar Wilde, preserva intacto su rostro, mientras su comportamiento moral se deteriora. Muerte en Venecia (de Thomas Mann) también nos habla del amor a la juventud, encarnada en la figura del bello Tadzio. Desde un punto de vista cómico, la película La muerte le sienta bien muestra cómo el personaje de Meryl Streep, una célebre actriz, teme tanto al envejecimiento que toma una poderosa poción que mantendrá su lozanía para siempre. En Dulce pájaro de juventud, obra del período de madurez de Tennessee Williams, la actriz Alexandra del Lago se aferra al seductor Chance Wayne para conservar la ilusión de la juventud.
Sabemos que Chance y Heavenly, la hija del jefe Finley, un poderoso candidato político de la ciudad, han tenido una historia de amor algunos años atrás. Se nos dice que Chance es un criminal y ha abusado de ella; por otra parte vemos que el hecho de que Finley los haya querido distanciar no ha apagado la llama que aún enciende sus pasiones. Pronto veremos que Chance tiene que luchar consigo mismo, su afán de poder, de conquista, pero también deberá enfrentar sus propios sentimientos, aunque el séquito que rodea a Finley se oponga rotundamente a su amor por Heavenly y todos le recriminen su mala conducta en el pasado.
Los nuestros son tiempos en que las cirugías, el botox y otros tantos tratamientos quieren dar la ilusión de perpetua juventud. Tiempos en que la imagen y las apariencias son consideradas valores supremos. Alexandra del Lago teme a los primeros planos porque ya tiene arrugas y el paso del tiempo se ha impreso en su cuerpo, como en el de cualquier mortal. Chance es una especie de gigoló que, a cambio de dinero y notoriedad, le hará compañía a la diva en sus años de decadencia. Pero lo que pronto descubrirá también Chance es que deberá enfrentarse a su propia decadencia y al hecho de que su belleza también tiene fecha de caducidad.
Se ha hecho un paralelo entre la figura de Alexandra del Lago y la del propio Tennessee Williams, quien además tuvo que luchar contra los prejuicios de la época con respecto a su homosexualidad. El gran escritor estadounidense, autor de Un tranvía llamado deseo y El Zoo de cristal, ha creado en esta obra otra pareja que seguramente seguirá siendo recordada.
Oscar Barney Finn ha convocado un elenco que está a la altura de las exigencias de esta pieza. El director, mostrando un conocimiento profundo de la obra de Williams, hace brillar con maestría este texto y guía las interpretaciones con el rumbo indicado para conseguir un trabajo de gran calidad donde Beatriz Spelzini demuestra talento y oficio verdaderos. Sergio Surraco sabe captar la ambigüedad de su personaje, Chance, y acompaña con inteligencia a su compañera. Malena Figó es otra figura muy interesante del teatro actual cuyo trabajo en esta obra es digno de destacar. Carlos Kaspar y Pablo Flores Maini se muestran sólidos en sus roles. El pianista Pablo Viotti interpreta en vivo la música original de Axel Kryeger. Todo el elenco evidencia un esfuerzo conjunto que da sus frutos y se lleva todos los aplausos. Esta puesta inolvidable, con actuaciones pulidas, lleva a cabo una crítica social mientras se sumerge en las profundidades del corazón.
En la época de las selfies y los primeros planos, no todo es narcisimo; hay lugar para que las artes tomen distancia y nos enseñen un camino de búsqueda donde podamos reflexionar sobre nosotros mismos, sobre el carácter finito de la vida y la inevitabilidad del paso del tiempo que nos obliga a aceptar su imborrable impronta. Dulce pájaro de juventud registra en primer plano el mundo de las emociones y nos presenta personajes complejos con varias facetas que podemos apreciar. Milly Vázquez
Se dio hasta mediados de 2018
Teatro Centro Cultural 25 de Mayo
Av. Triunvirato 4444 – Cap.
(011) 4524-7997 int. 212
www.cc25.org
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