ATOS TRÍO, íntimo deleite

Estupendo programa del Mozarteum con Haydn, Dvořák y Shostakovich

Medio Colón vacío. No es que el Mozarteum no haya vendido las plateas o los palcos desiertos, sino que los abonados no han venido. No es que el terceto que actuará sea desconocido o no haya tenido varios lauros en su trayectoria. Tampoco es que el programa elegido no sea atractivo, todo lo contrario. El Atos Trío se propone interpretar el Trío Gitano de Franz Joseph Haydn, luego el Dumky de Antonín Dvořák y finalizar con el No. 2 de Dmitri Shostakovich. Sólo se me ocurre pensar, por usar un término en boga, que este tipo de formaciones –dúos, tríos, cuartetos- no tienen marketing. O que la inmensa cantidad de páginas escritas en todas las épocas para las diferentes combinaciones de cámara no sea tan atractiva, melódica o recordable. Es curioso, no pasa lo mismo con un pianista solo, por ejemplo. Sea como fuere, me dispongo a disfrutar, en íntima comunión, con esos tres colosos –Annette von Hehn en violín, Stefan Heinemeyer en violoncello y Thomas Hoppe en piano- que llenarán mi espíritu y emocionarán mis fibras más profundas.

El inicio marca ya el carácter que da el nombre Gitano a la creación del compositor austríaco y hace eclosión en el tercer movimiento. Sin embargo, las sutilezas expresadas por las cuerdas, en exquisito contrapunto pianístico, particularmente en el andante, son líneas de un atractivo insondable, dulce, subyugante. El breve trío, que culmina sorprendente y gitano con el precioso Rondo, ha sido un deleitable preámbulo a otra época y otra geografía, aunque con un espíritu similar, ya que lo bohemio anida como parte de su vida eslava en Dvořák y aparece en tonos reconocibles en sus seis movimientos. Las complicaciones puestas en el camino musical por el compositor son sorteadas de modo deleitable por los instrumentistas, en un trabajo de precisión y tempo que imponen con su personal estilo, donde las cuerdas percutidas se combinan impecablemente con el fraseo frotado.

El cierre, con la composición más moderna, denota el profesionalismo de un trío que acomoda la sustancia y el carácter de una época marcada por Shostakovich, influida por avatares históricos y geografías particulares. El sentido del sonido a veces hiriente se conjuga sin solución de continuidad con una fascinante línea melódica que llega expresada en una combinación exquisita y con un sonido puro, decidido y vivaz. El tono de cada movimiento marca también el respeto de los intérpretes por ese originalísimo creador ruso, extrayendo sutiles esencias que el violoncello es capaz de transmitir, apoyado en la fuerza del violín, con preciosos pizzicatos, y la constante presencia de los acordes del piano.

El aplauso es sentido, es el de una elite que se ha dado el lujo de un concierto refinado, placentero y familiar a cargo del Atos Trío, quizá lamentando lo que se perdieron los ausentes. Martin Wullich

Fue el 18 de mayo de 2015
Teatro Colón
Libertad 651 – Cap.
(011) 4378-7109
www.mozarteumargentino.org

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