¡Oh!… Juremos con plumas vivir – Actúan: La Divina Bijou, Lorena Casal, Matías Cejas, Guillermo Gill, Gustavo Liza, Nathan Moyer, Juan Manuel Sanders, Eduardo Solá – Música: Gustavo Braga – Coreografía: Gustavo Bertuol – Autoría, Vestuario, Iluminación, Banda de sonido y Dirección: Eduardo Solá
La “casi” revista ¡Oh!… Juremos con plumas vivir (no hay una sola mujer, aunque lo parezca) pergeñada y dirigida por Eduardo Solá tiene su sello. Él ha sabido imprimirle el brillo y la emoción, la gracia y el fulgor, el patetismo y el humor, a cuanto personaje ha rescatado de su trayectoria de vida que mucho tiene que ver con el escenario y el arte, pero también con la música y la docencia.
Probablemente su número más conocido -el discurso de la maestra- no sería tan impactante si no hubiese abrevado en años de observación de actos escolares de épocas pretéritas, cuando más se declamaba que se decía. Pero Solá también puede convertirse en una bailarina -sorprende haciendo punta con zapatillas de ballet- que equivoca el lugar final de la muerte del cisne y se arrastra hacia la luz del reflector; o rendir un conmovedor homenaje a Niní Marshall en la piel de la inefable Catita.
También se da el lujo de cantar graciosa y melodramáticamente Se dice de mi, desdeñando la fonomímica que, sin embargo, maneja a la perfección. Puede componer arriesgadas pianistas con diferentes estilos, o desfilar junto al elenco que luce temerariamente las audaces y lanzadas creaciones de Roberto Piazza, para luego transformarse en una señora algo venida a menos que soporta la decadente senilidad de su amiga.
Encarnando a esa amiga, Guillermo Fernández Gil logra momentos muy graciosos con una estrambótica jerga belle époque que no disimula los espantos de la vejez. En otro momento recrea su ya clásica imitación de Mirtha Legrand, parodiando a la inenarrable reina de los almuerzos con sus meneos, manías y mohines.
Entre tanto, Gustavo Liza se convierte en coya y canta como Ima Sumac, mientras la Divina Bijou cuenta chistes con desfachatado vocabulario y tono de tragedia, lo que aumenta más el contraste de tan llamativa señorona. Dignamente acompañan los bailarines que completan esta plumífera revista, con una atractiva coreografía al compás de una banda de sonido muy bien elegida.
En el music-hall ¡Oh!… Juremos con plumas vivir, Eduardo Solá demuestra una vez más su talento, histrionismo y profesionalidad como actor, sumando ahora sus dotes de autor y director. Martin Wullich
Se dio hasta fin noviembre 2009
Teatro Margarita Xirgu
Chacabuco 875 – Capital
(011) 4300-8817 4307-0066
www.margaritaxirgu.com
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