El artista Carlos Aguirre se anima a tratar con tanta provocación como crudeza los temas que pueden constituir un tabú para ciertos sectores del catolicismo o incomodar al entorno político. Zona de riesgo aborda los problemas medioambientales, los conflictos migratorios en la frontera, el mundo de los juzgados, la prensa y los servicios penitenciarios, la guerra, los abusos sexuales en el interior de la Iglesia, entre otros.
La destreza de Aguirre radica en valerse de la visceralidad para asegurarse que cualquier espectador se sienta interpelado por su obra. Es lo mínimo que genera ver unos pulmones –donados por el Departamento de Patología del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”- de alguien que falleció a causa de la polución del aire en México DF. El empleo de vestigios humanos no se limita a esta obra, pues también recrea armas con vértebras, incluye un cerebro en una colosal obra titulada Dialéctica, inteligencia vs. poder (1995) e incluso instrumenta bolsas de cenizas humanas para lograr el equilibrio de las piezas, restos que fueron donados bajo explícito consentimiento de las personas antes de morir.
Aguirre posee también una aguda creatividad para sacarnos todo el tiempo de la zona de confort. Los abusos en la esfera eclesiástica se dan en una conversación entablada entre una sotana que lleva 200 nombres bordados de curas pederastas mexicanos y otros 3500 nombres en un plotter digital sobre polietileno que evoca a los vitrales que decoran a las iglesias, pero -según el artista- también ocultan las abusivas prácticas que se dan en su interior.
En la muestra se juega todo el tiempo con el impacto visual, exponiendo una sangrienta galería que recopila las imágenes que la propia prensa publica en cada edición sobre los homicidios y otros incidentes pero que, en dosis diarias, parecería diluirse. Asimismo ha recolectado del New York Times, entre 2004 y 2010, los nombres de todos los soldados caídos en las guerras de Irak y Afganistán. Esto da como resultado un cementerio de palabras conformado por 1139 obituarios y que remite al Vietnam Veterans Memorial emplazado en el National Mall en Washington DC.
Sin recargar sus obras con técnicas o multiplicidad de recursos y sin ser sutil, Aguirre compila una cara oscura de la realidad en la que vivimos que si se presenta amena es por nuestro exceso de indiferencia o negación. En sus manos, se torna, como poco, desgarradora e insoportable. Martín Quiroga Barrera Oro
Hasta el 27 de septiembre de 2015
Museo de Arte Moderno de México
Paseo de la Reforma y Gandhi S/N
Bosque de Chapultepec – Ciudad de México
+(52-55) 5553-6233
www.museoartemoderno.com
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