Fedra – Actúa: Ingrid Pelicori – Iluminación: Marco Pastorino – Objetos: Pía Drugueri – Música: Miguel Ángel Pesce – Cantantes en off: Carmen Almarza, Magdalena Dodds, Juliana Marcús, Liliana Scotto Lavinia – Interpretación musical: Débora García – Autoría y Dirección: Analía Fedra García
El mito de Fedra fue inmortalizado en infinitas manifestaciones de las letras y las artes desde la época de los griegos y los romanos hasta nuestros días. Quizás haya sido el que inspiró el mayor número de creaciones a través de los siglos y de las geografías. En literatura lo abordaron Eurípides, Ovidio, Séneca, Sor Juana Inés de la Cruz, Jean Racine (que inspiró la cantata Phaedra, de Benjamin Britten), Miguel de Unamuno y tantos otros. En el siglo XX fue llevado a tiempos actuales por Sarah Kane, por Salvador Espriú y por Raúl Hernández Garrido. Asimismo, la historia de Fedra e Hipólito fue plasmada en otras artes como la ópera del compositor alemán Hans Werner Henze. En la actualidad no es raro ver simultáneamente más de una recreación del mito en la cartelera porteña.
La dramaturga y directora Analía Fedra García llevó a cabo la titánica tarea de deconstruir el mito para expresar cosas diferentes, convirtiéndolo en un monólogo teatral en el que el personaje se desdobla y dialoga con el mito en el rol de corifeo del teatro griego. Analía le da una vuelta de tuerca a la historia (como ocurrió en el Edipo de Greek de Stephen Berkoff, que había unido años atrás a actriz y directora) reivindicando al mito acusador y mostrando a través de la belleza de su prosa a una mujer que, sobreponiéndose a todos los prejuicios, ama al apolíneo Hipólito, personaje opuesto al dionisíaco guerrero Teseo. Su Fedra es atemporal (hay referencias a automóviles) y universal (con mares, bosques y palacios que van más allá de lo geográfico).
Con una escenografía minimalista y una muy hábil utilización de las luces, la inspirada música incidental de Miguel Pesce contribuye a realzar los momentos de clímax con fragmentos corales de bellas armonías, sabia utilización de instrumentos y oportuno empleo de campanas. De las múltiples versiones del mito, esta es quizás la más audaz. Fedra está poseída por un amor irrefrenable hacia su hijastro y pasa por un crisol de emociones encontradas que se reflejan en la poderosa actuación de Ingrid Pelicori. Su amor es correspondido y Fedra siente una plenitud jamás experimentada.
A través del relato, el público vivencia su ira al descubrir a la pareja incestuosa. Hipólito huye en su auto que cae al agitado mar. Fedra, dolorida, no opta por el suicidio (como ocurre en las obras que tratan el mito), sino que se mantiene firme y se fortalece a través del dolor. Ingrid Pelicori profundiza en el personaje como mujer y transmite con apasionamiento cada uno de los momentos por los que su heroína atraviesa. Yo Fedra es uno de los tantos hitos de la actriz que, en tarea conjunta con la dramaturga, hace trascender la figura de Fedra más allá de las versiones que conocimos. Estela Telerman
Viernes a las 20.30
C. C. de la Cooperación
Av. Corrientes 1543 – CABA
(011) 6091-7000 int. 8313
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