Wagnerfest – Música: Richard Wagner – Cantantes: Carla Filipcic Holm, Hernán Iturralde – Orquesta de Buenos Aires Lírica – Director: Pedro-Pablo Prudencio
A diferencia de lo que sucede en la obra de casi cualquier operista, en el corpus de Richard Wagner resulta muy difícil, si no prácticamente imposible, desarticular sus creaciones en partes que puedan ser interpretadas de manera aislada. No es gratuito que entre las características más salientes de la lírica wagneriana se cuente la grandilocuencia, con títulos que exigen una representación muy extendida en el tiempo, la elaboración de un continuum musical y la idea de una «obra de arte total», que combina el teatro, el drama, un contexto filosófico y la música. Recortar un título wagneriano significará necesariamente desvirtuar todas estas ideas, aunque desde la perspectiva de quien desea acercar nuevo público a la obra de Wagner, tenemos el desafío de cómo hacer para lograr este objetivo con quienes no se entusiasmen demasiado con la idea de pasar una maratónica jornada en un teatro, presenciando las conflictivas situaciones que se desarrollan entre una valquiria díscola y un dios vengativo.
En este sentido, la apuesta del Wagnerfest que propuso Buenos Aires Lírica cumplió con su propósito. Con muy buen tino, las dos partes en que se dividió el espectáculo estuvieron organizadas a la manera de suites, y el único segmento que se ofreció despegado de todo lo demás fue el esperado bis con la celebrada Cabalgata de las Valquirias. Por otra parte, incluso cuando las labores vocales de la soprano Carla Filipcic Holm y del bajo Hernán Iturralde fueron realmente meritorias, también fue muy acertada la decisión de darle importancia a lo orquestal en cuanto a su preponderancia sobre el canto que, en comparación, estuvo acotado en el tiempo. La orquesta de la asociación, dirigida por Pedro-Pablo Prudencio, sonó potente y satisfactoria, a pesar de algún desajuste que pudo percibirse en especial en la línea de los metales.
El espectáculo ofreció fragmentos de Tannhäuser, La Valquiria y El ocaso de los dioses, en un devenir que si bien alteró el orden lógico (la Obertura de Tannhäuser sirvió como cierre de la primera parte) y obligó a prescindir por completo de la acción teatral propiamente dicha, permitió rescatar la musicalidad imponente del compositor alemán, y seguramente dejó a más de un espectador con ganas de asomarse a desafíos más importantes, como quizás animarse a un título completo de Wagner en la próxima ocasión, o incluso a una colosal Tetralogía hecha y derecha, tal como su creador imaginó que debía ser representada. De todos modos, el público se mostró agradecido. Germán A. Serain
Fue el 2 de mayo de 2014
Teatro Avenida
Avenida de Mayo 1222 – Cap.
(011) 4381-0662
Sitio Web Buenos Aires Lírica
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