A modo de wagneriano preludio del próximo Colón Ring, la Orquesta Estable del Teatro Colón y 7 cantantes ofrecieron Wagner imperdible, un recital necesario.
La tetralógica muestra comenzó con pasajes orquestales de El oro del Rin y continuó con fragmentos cantados. Fue allí donde se pudo apreciar la voz potente, aterciopelada y emitida con impecable pronunciación germana del barítono coreano Gérard Kim, sustanciado en un notable Wotan.
También se destacó Fabián Veloz, componiendo muy bien a Donner, mientras Fernando Chalabe interpretó dignamente a Froh y a Loge. El trío de Ondinas, formado por Marisú Pavón, Florencia Fabris y Guadalupe Barrientos –desde un palco avant-scène– deleitó con preciosas intervenciones. En tanto, el francés Julien Salemkour, dirigió con sabiduría a una orquesta que si bien se lució más en los pasajes sutiles, logró transmitir el vibrante clima del relato wagneriano.
Desde su entrada en La valkiria, la soprano estadounidense Linda Watson encarnó en cuerpo y alma a Brünhilde, con algunos preciosos pasajes vocales y oscilante histrionismo. Su punto de mayor lucimiento fue en El ocaso de los dioses, precedida por los sones de la fúnebre marcha y el viaje de Sigfrido.
Como muestra del Colón Ring bastó este Wagner imperdible, un botón que espera con ansiedad el apretado y curioso traje, diseñado por Cord Garben -con el beneplácito de Katharina Wagner, bisnieta del compositor- que reduce a la mitad la duración total de las cuatro óperas. Martin Wullich
Fue el 17 de agosto de 2012
Teatro Colón
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