Víctor o los niños al poder – Actúan: Carolina Adamovsky, Eduardo Calvo, Daniela Catz, Gabriel Lima, Romina Moretto, Jorge Paccini, Alejo García Pintos, Hilario Quinteros y Julia Tapia – Maquillaje: Silvina Roccisano – Iluminación: Claudio Alejandro Del Bianco – Música: Eduardo Felenbok – Autor: Roger Vitrac – Versión y Dirección: Lorenzo Quinteros
Pergeñada por el francés Roger Vitrac, Víctor o los niños al poder tiene disparate, locura y grotesco. Los personajes son insólitos y el relato -aun siendo muy atrapante el texto escrito por este surrealista compañero de Antonin Artaud- es algo errático. Sin embargo, la interesante versión con guiños locales y precisa dirección de Lorenzo Quinteros ha logrado imponer un sello delirante y exacerbado que conforma el gran atractivo de una puesta en escena que mucho tiene de mágico cuento.
Se cruzan la crueldad y la felicidad por caminos paralelos, los niños reflexionan como adultos y estos corren desorientados ante situaciones que los sobrepasan. El parejo elenco recrea cada personaje con notable individualidad, otorgándoles una particular y llamativa impronta, en el marcado desconcierto general de una historia que jamás pierde el ritmo.
El niño del título, magníficamente interpretado por Eduardo Calvo, es un ser muy especial en una situación llamativa. Sabe que, de acuerdo a unas extrañas leyes, morirá al cumplir 9 años “en punto”. Su altura considerable, el traje de marinerito, los gestos de superlativa elocuencia y sus parlamentos que dejan boquiabiertos a cualquiera, generan un contraste insólito que Calvo maneja con impresionante ductilidad.
Su padre, muy bien personificado por Alejo García Pintos, oscila hipócritamente entre la disciplina que debe imponer al niño y sus propias y confusas decisiones a tomar en la vida. Junto a ellos aparece un militar de historieta, que deja entrever su costado degenerado e incita al niño a sospechosos juegos, cuya destacada interpretación está a cargo de Jorge Paccini. Las mujeres de la historia también han sido delineadas con gran sutileza discursiva, aun la que encarna Gabriel Lima, en el punto caricaturesco de dama refinada con un problema indecoroso.
Los cambios de escena han sido muy bien planeados, así como el artístico uso del maquillaje y un vestuario acorde con la elegante decadencia que se cierne sobre la familia que ha desatendido a su único y primoroso hijo. Martin Wullich
Se dió hasta octubre 2013
Teatro C. C. de la Cooperación
Av. Corrientes 1543 – Cap.
(011) 5077-8077
Biografía de Roger Vitrac
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