Ver y no ver – Actúan: Arturo Bonín, Graciela Dufau, Nelson Rueda – Vestuario: Sebastián Sabas – Escenografía: Eugenio Zanetti – Autoría: Brian Friel – Traducción, Adaptación y Dirección: Hugo Urquijo
La vemos a Any Sweeny pero no la comprendemos. Ella no nos ve a nosotros pero extrañamente nos comprende. Lo hace a través del tacto y del olfato. Any es una mujer que a los pocos meses de haber nacido ha perdido la vista, pero se relaciona con el mundo circundante de una manera poco convencional, que le permite acceder a la esencia de las cosas. Su marido, Martin, busca desesperadamente que su mujer pueda recuperar la vista aunque ella se muestra poco interesada porque está acostumbrada a su mundo de oscuridad. El Dr. Wasserman, quien lleva tras de sí una dolorosa historia personal, se propone realizar la difícil operación a Any: es mínimo el porcentaje de recuperación en los casos como el de ella.
Any es una persona sensible, delicada y, al mismo tiempo, fuerte. En el relato que se nos presenta podremos saber más acerca de su relación con el padre y su descubrimiento del mundo. Como siempre en toda historia hay algo que se nos oculta y algo que se nos revela, del mismo modo Any se ocultará y se mostrará ante nosotros. La mirada es central en esta pieza donde esta admirable mujer es el centro hacia donde dirigimos nuestra vista, sin poder penetrar sus secretos y mundo íntimo, aunque sí vamos conociendo paulatinamente este universo donde la oscuridad y la luz están en un juego y diálogo permanente. El relato irá resumiendo puntos fundamentales de las vidas de Any y Martin, e irá hilvanando sus historias con la del Dr. Wasserman.
Graciela Dufau realiza un trabajo exquisito, digno de ser aplaudido de pie. Actuar la ceguera debe ser una tarea ardua que ella realiza de forma impecable, transmitiendo toda la sutileza que requiere su personaje. Arturo Bonín, como el fiel compañero de vida que ve pero a veces no comprende, se destaca con un desempeño notable. Nelson Rueda, encarnando al doctor que luego de una herida sentimental se aleja de la medicina, se luce también en su rol donde muestra firmeza y sensibilidad. Como director, Hugo Urquijo consigue que todo el conjunto funcione a la perfección. La escenografía, en manos de Eugenio Zanetti, es un lujo; con maravillosas proyecciones hace que todo el ambiente adopte un clima mágico, donde la vista -una vez más- cobra un valor importante.
El texto es del dramaturgo irlandés Brian Patrick Friel y está basado en las investigaciones del neurofisiólogo Oliver Sacks sobre un caso real. Los engramas son aquellas marcas de nuestra experiencia en el cerebro, huellas visuales que permiten unir la imagen que tenemos delante con un concepto y así reconocer los objetos y personas que percibimos con la vista. El caso de Any revela el imprescindible rol del engrama en nuestro contacto con el mundo.
Ver y no ver pone el foco en las cegueras que cada uno tiene cuando no queremos reconocer al otro. Ver sin prejuicios a quien tenemos cerca se torna un imperativo para percibir al otro en toda su complejidad. Y el amor se vuelve la forma más profunda de comprensión del prójimo. Milly Vázquez
Se dio hasta fin 2018
Teatro La Comedia
Rodríguez Peña 1062 – Cap.
(011) 4815-5665
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