El Ballet Estable del Teatro Colón comenzó su temporada con Trilogía Neoclásica, un espectáculo algo tibio en la emoción de sus protagonistas, para ir tomando temperatura hacia el final.
El primer número, Nuestros valses, con música de la venezolana Teresa Carreño, inspirados en la Escuela Vienesa, evidenció falta de correctos tempos en la ejecución de la coreografía, notable sobre todo en los finales donde por momentos daba la impresión de que faltaba o sobraba un paso. Quien tuvo una labor brillante y destacable fue el pianista Leonardo Marconi, quien imprimió el clima preciso indicado por la compositora y hasta estuvo pendiente de intentar reparar los errores de los bailarines.
En la segunda parte, con el atractivo arreglo para orquesta y piano hecho por Dudley Simpson, se vio el estreno de Margarita y Armando, con coreografía de Frederick Ashton, que remite automáticamente a La Traviata pues está basada en La dama de las camelias de Alejandro Dumas hijo, aunque con música de la Sonata para piano en si menor y agregados de La lúgubre góndola de Franz Liszt.
Aquí hubo mayor lucimiento del cuerpo de baile, sobre todo en el aspecto histriónico y dramático, con una llamativa Sofía Menteguiaga como la dama en cuestión y una apreciable labor de Federico Fernández, que ya se había destacado en la primera parte junto a Silvina Perillo. En la minimalista puesta en escena, los bailarines transmitieron correctamente alegrías y dramas de la clásica historia y sobresalió el sonido logrado por el pianista Iván Rutkauskas.
Fue en el último número de esta Trilogía Neoclásica donde se notó mayor sustancia en el espíritu de la danza, al compás de la Sinfonía en Do de Georges Bizet, estupendamente interpretada por la orquesta que dirigió Javier Logioia Orbe, con especial lucimiento de Juan Pablo Ledo y su pareja Karina Olmedo. Allí conformaron un cuadro deleitablemente estético con la excelente iluminación de Rubén Conde, generando un mágico contraste de celeste fondo con el vestuario en blanco y negro. Martin Wullich
Fue el 19 de abril de 2011
Teatro Colón
Libertad 621 – Cap.
(011) 4378-7100
www.teatrocolon.org.ar
Nuestros Valses – Música: Teresa Carreño – Coreografía: Vicente Nebrada – Reposición coreográfica: Zane Wilson – Yanis Pikieris – Asistente: Alejandra Tosta – Diseño de Vestuario: María Puig – Solista de piano: Leonardo Marconi – Margarita y Armando (Estreno en Argentina) – Música: Franz Liszt (Sonata en Si menor) – Arreglo para orquesta: Dudley Simpson – Coreografía: Frederick Ashton – Reposición coreográfica: Grant Coyle – Solista de piano: Iván Rutkauskas – Orquesta Estable del Teatro Colón – Director de orquesta: Carlos Bertazza – Sinfonía en Do – Música: Georges Bizet (Sinfonía en Do mayor) – Coreografía: George Balanchine – Reposición coreográfica: Victoria Simon – Asistente: Adriana Alventosa – Orquesta Estable del Teatro Colón – Director de orquesta: Javier Logioia Orbe
Bailarines: Adrián López, Agustina Flores Saavedra, Alejandro Parente, Aldana Vaulet, Alejo Cano Maldonado, Amalia Perez Alzueta, Analía Sosa Guerrero, Ángel Prado Lima, Ayelén Sánchez, Candela Rodríguez Echenique, Carla Vincelli, Catalina Jasienovicz, Clara Sisti Ripoll, Constanza Colombo, Daiana Ruiz, Dalmiro Astesiano, Emiliano Falcone, Federico Fernández, Florencia Simo Carbini, Edgardo Trabalón, Fernando Ibarra, Gabriela Alberti, Gerardo Wyss, Graciela Bertotti, Guillermo Geitz, Iara Fassi, Igor Gopkalo, Igor Vallone, J. Hirschfeld, Juan Pablo Ledo, Julián Galván, Karina Olmedo, Leandro Otero, Luana Brunetti, Luciana Barrirero, Ludmila Galaverna, Luisina Rodríguez, Magdalena Cortés, Manuela Rodríguez, María Clara Da Silva, María Laura Domingo, Maria Laura Matienzo, Maricel De Mitri, Marisol Lopez Prieto, Martín Miranda, Matías De Santis, Matías Santos, Maximiliano Iglesias, Natalia Pelayo, Natalia Saraceno, Néstor Asaff, Noemí Szleszynski, Paula Cassano, Rodrigo Malpezzi, Rosana Pérez, Sergio Hochbaum, Silvia Grü, Silvina Perillo, Silvina Vaccarelli, Sofía Menteguiaga, Virginia Licitra, Williams Malpezzi – Iluminación: Rubén Conde – Directora del Ballet Estable: Lidia Segni
Pingback: TRILOGÍA NEOCLÁSICA III, tibio arranque - Martin Wullich