TANGO FELIZ, una presentación de Gabriel Rivano

El músico presenta el 14° disco de su proyecto solista, integrado por composiciones desde  2010

Tango feliz une la tradición del tango con elementos rítmicos y armónicos novedosos. Junto a Gabriel Rivano participaron notables músicos como Abel Rogantini (piano), Diego Suarez (flauta), Fernando Galimany (contrabajo) y Leandro Savelón (batería y percusión). En esta entrevista Gabriel nos habló de su experiencia en las giras europeas, las emociones que inspira su música, su predilección por el bandoneón, la dificultar de asignar un género a la música que hace y su rutina de trabajo. Su próximo show será el miércoles 26 de julio en Bebop Club.

Se podría decir que todos los temas de Tango feliz inspiran felicidad. ¿Cómo se te ocurrió el nombre del disco?
Pienso que los temas de Tango Felíz inspiran distintas emociones, entre ellas la experiencia de la plenitud o felicidad. Originalmente se me ocurrió el nombre Tango Feliz cuando me convocaron  a un festival de música y humor en Europa. El programador me dijo que mi música lo hacía melancólicamente feliz. Cuando pensé en volver a grabar después de varios años se me ocurrió como nombre del disco.

Estos son temas que venís componiendo desde el 2010, ¿hay algo que los diferencie o los unifique?
Son temas contemporáneos entre sí. La instrumentación que varía en algunos marca la diferencia entre ellos. Los temas con batería y percusión tienen otra impronta de mayor vitalidad. Otra diferencia es que algunos son más tangueros y otros más folklóricos, pero todos  me gustan mucho.

¿Qué trayectoria recorriste hasta llegar a este, tu disco número 14?
He tocado y grabado con mucha gente, inclusive tengo muchos proyectos grupales. Viajé mucho por el mundo con el bandoneón. Todo eso se refleja en las composiciones y en el disco. Pero también tuve la suerte de grabar como invitado de mucha gente talentosa y para proyectos muy interesantes. Fue el caso de Different Moods, grabado en Suiza junto a 3 músicos hindúes, 3 europeos y 3 latinoamericanos después de una gira que hicimos por Europa en 2005. Fue muy lindo ver cómo sumamos desde las distintas culturas y especialmente tocar con los hindúes, que eran increíbles. También Cellobration, del genial cellista Daniel Pezzotti con quien hemos tocado mucho, inclusive en trío con Quique Sinesi.

Y los discos para el sello japonés Marecordings, que graba a músicos creativos de distintas procedencias. Así fue el caso de Buenos Aires Madrigal, con el que tocamos en grandes teatros de Europa, América y Oceanía entre 2002 y 2014. Era un grupo de unas 12 personas, entre las que había violas da gamba (de cuerdas de tripa), bandoneón, laúd, tiorba y dos cantantes líricos. Nos encontramos por primera vez para grabar en 2002 en un monasterio de un pueblito de Piemonte durante unos días otoñales de neblina y el resultado fue mágico.

O como los discos que hicimos en un monasterio en Gándara, provincia de Buenos Aires, en el medio del campo, para el mismo sello japonés. En el invierno de 1998 grabamos Será una noche, con Santiago Vázquez, Martin Iannaconne, Marcelo Mogui, Ricardo Krichi y Pedro Aznar (en voz) y en 2003 estuvieron Lidia Borda y Edgardo Cardozo en cambio de Aznar y Krichi. Son dos discos de tangos tocados y cantados con mucha libertad y vuelo. Todas estas experiencias han sumado para llegar a este disco número 14 de mi carrera solista.

¿En qué se distingue este disco de los anteriores trabajos de Gabriel Rivano?
Hay una base rítmica más fuerte y la presencia del piano en muchos temas, lo que le da una frescura especial. En algunos discos míos sólo hubo bandoneones, como en Piazzolla en Bandoneón y Bach en Buenos Aires. En Infierno Porteño, una orquesta de cámara y en Meditación beat sólo bandoneón y guitarra. En Tango feliz encuentro un poco todo lo que hubo en los otros discos con una cualidad especial.

Contanos de tus giras por Europa, ¿cómo es recibida tu música por allá?
Siempre tuve una recepción muy buena al tocar mi música y el tango en Europa. Voy desde 1985. Entre 1989 y 1990 tuve la experiencia de tocar con el Cuarteto Cedrón e invitados como Antonio Agri, Beytelman y Jaime Torres y vi por primera vez la euforia que había con el tango y el folklore con espectáculos grandes. Desde 2001 voy más de una vez por año, especialmente para conciertos de bandoneón solo y noto que el público es cada vez más conocedor y cálido con lo que hago.

¿Cuál ha sido el criterio para elegir a los músicos que te acompañan?
Tengo la suerte de conocer músicos excelentes y los llamé según la característica de cada tema. También muchas veces elijo músicos que ya se conocen entre sí, para que haya más química en la música.

¿Tenés alguna rutina a la hora de componer? Cómo surgen las composiciones?
No, los temas me ‘aparecen’ en distintas situaciones, como por ejemplo La canción de Trafalgar, que me empezó a sonar en la cabeza en esa playa de Andalucía, España. En ese momento no pensé que podía ser un tema interesante, pero como se repetía en mi cabeza todo el tiempo, la memoricé y cuando llegué al hotel la escribí. Al volver a Buenos Aires la grabé y finalmente me gustó mucho ese tema al que inicialmente no le había dado importancia. A veces me dan ganas de escribir para determinada formación orquestal y me preparo imaginando los colores de la obra antes de ponerme a componer.

¿Cómo definirías la música que hacés? ¿Sería un tango fusión con otros géneros?
Me resulta difícil definirla porque siempre encontré mi música como un estilo propio. Podría decirse tango fusión, pero lo mejor es escucharla para ponerle un nombre. Me han dicho que es minimalismo criollo y a veces coincido con el folklore imaginario de Bartok.

¿Siempre tu instrumento ha sido el bandoneón?¿ Cómo lo has elegido?
Toda mi vida me interesaron varios instrumentos: guitarra, flauta, bandoneón, pero siento que el bandoneón me eligió a mí.

Contanos de la tradición musical en tu familia
Mi abuelo materno, Adolfo Pérez Pocholo, fue bandoneonista y compositor de la guardia vieja del tango y de él heredé el bandoneón. Mi mamá Haydée era muy musical y la llamé para que participe cantando en el vals Dulce Amanecer, de mi abuelo, cuando grabé el disco Tradición, con interpretaciones de músicas de ‘Pocholo’. La hermana de mi abuela estaba casada con un violinista famoso del tango, Roberto Guisado, que vivía en la misma casa de mis abuelos.

¿Cuál es la propuesta, Gabriel Rivano, para el show del 26 de julio?
Hacer el repertorio de Tango Feliz, algún tango en solo de bandoneón y al final un tema de jazz que compuse en Bonn, Alemania, llamado Tudo Bonn.

Tango feliz

Se presentó el 26 de julio 2023
Bebop Club
Uriarte 1658 – Cap.

Gabriel Rivano en Spotify
Gabriel Rivano en Wikipedia

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