kafflan 18/11/2011 a las 19:12 en JEAN LUC PONTY, desabrida presenciaMartín, respeto y admiro tu trabajo y trayectoria, la que siempre he seguido con interés. Sos, ciertamente, una de las pocas personas a las que le otorgo verdadera autoridad al hablar de música (o sonido en general) en nuestro país, ya que diste acabadas muestras durante años de entender y apreciar valiosos criterios musicales que a muchos otros simplemente le han pasado desapercibidos.
Pero esta vez lamento tener que disentir absolutamente con vos. Estuve en el Gran Rex antenoche, y ciertamente asistí a uno de los mejores conciertos de los últimos años. El que nos brindó JLP. La música que sonó, bien lo sabés, es la de aquellos anhelados años 70/80 donde a diferencia de hoy teníamos una enorme oferta musical en todos los géneros. Y en esa época se destacó Ponty que en esta ocasión nos propuso rememorar esos sonidos únicos de su autoría.
El Atlantic Years Tour fue un viaje por lo mejor de su repertorio con una banda que aportó generosas dosis de versatilidad y talento (raro que no te haya gustado tanto ese maravilloso bajista). Debemos tener en cuenta, al hablar de temas de carácter o conducta, que el francés ya tiene 71 añitos y está haciendo una gira mundial con todo el desgaste que le implica a un músico en el aspecto físico. Luego de Argentina, está presentandose por cinco días consecutivos en Chile.
Lo que viste como desgano o soberbia puede ser también cansancio. Yo por lo menos (que tuve tu misma percepción en cuanto a su falta de "enganche" con el público) lo traté de ver de ese modo para que ello no me distanciara de la posibilidad (¿última?) de ver a este coloso de la fusión y el rock progresivo, género hoy lejano y algo olvidado, pero que nunca mereció ser algo para despreciar. Te envío un abrazo y felicitaciones por tu extraordinaria labor periodística.
León
luciasaint 27/12/2011 a las 00:24 en EL CASCANUECES, colorida magiaMartin, estuvo Iñaki en el CASI con el Ballet Concierto TANGO.Siempre Buenos Aires, fue un espectáculo divino, al igual que sus acompañantes.
ercangoo 16/06/2012 a las 03:30 en RINALDO, exquisito aciertoGracias Martín, cuánta emoción en esta presentación del Teatro Colón, saludos desde México lamentando no estar ahí para disfrutar de esta maravilla!
Rolando Castillo 14/08/2012 a las 20:58 en EL RAPTO EN EL SERRALLO, traduttore traditoreQuerido Germán, no has comentado en tu nota ningún aspecto de la ópera. ¿Acaso te parece que sirve para algo este simple ejercicio intelectual de hablar de las traducciones, si no comentas qué pasó arriba del escenario? Bueno, digas lo que digas, lo voy a hacer yo:
Fue una obra muy bien escenificada, ágil, entretenida y cómica, como siempre que se representa con entusiasmo y de buena manera. Marisú Pavón como Konstanze estuvo bien al comienzo, cantando con esfuerzo la terriblemente difícil aria inicial "Ach, ich liebte" para ir mejorando en los minutos siguientes, redondeando una muy buena actuación. Osmín, representado por el veterano holandés Harry Peeters, fue cantado con soltura por este experimentado bajo profundo y con mucho buen humor. Sus dos arias fueron muy bien recibidas por el público, especialmente la del final, "O, wie will ich triumphieren". Ivan Maier, que interpretó a Belmonte, se destacó por su sutileza y hermoso canto, muy en especial en su aria del final "Ich baue ganz auf deine Starke", al punto de sobresalir recibiendo una gran ovación al terminarla. El resto, muy bien Patricio Oliveira como Pedrillo, fue el más cómico de todos. Dueño de una voz muy agradable, realizó una excelente actuación. Blonde, a quién dio vida Constanza Castillo, con una voz muy ágil y una muy simpática actuación. El director, Pedro Pablo Prudencio realizó su labor de forma consistente, afinada y talentosa, sacando los mejores sonidos de la orquesta. La partitura no se tocó, y es precisamente ese el gran legado de Mozart. El coro, como siempre, muy bien en los escasos pasajes que le dedicó Mozart. En definitiva, con traducción incluida, fue un excelente espectáculo que no tuvo nada que envidiarle a otras representaciones más tradicionales. El texto tuvo mucha gracia, la gente se rió con ganas, aplaudió mucho al final y se fue muy contenta. De eso se trata, ¿No es cierto?
Ah, y me olvidaba de la perlita: Hernán Iturralde le dio vida a Selim, el único personaje principal de toda la historia de la ópera, ¡que no canta! Lo hizo con una gran presencia escénica, muy buena dicción, una voz casi musical y una extraordinaria actuación, que fue variando de seria y preocupada al principio, hasta el delirio y la risa al final. Bien por todos! Excelente espectáculo de Buenos Aires Lírica.
GERMAN A. SERAIN 15/08/2012 a las 13:16 en EL RAPTO EN EL SERRALLO, traduttore traditoreEstimado Rolando, agradezco tu aporte pues, en efecto, estoy convencido de que la mejor contribución que puedo hacer pasa por mi comentario acerca de las traducciones. Tengo mi opinión sobre los cantantes, por supuesto, pero disponiendo de sólo tres párrafos preferí reservarla para mí y hablar de lo que realmente más me llamó la atención, que fue la trasliteración de la obra de Mozart-Gottlieb a este curioso trabajo, efectivo y divertido (esto lo he dicho), pero que definitivamente no fue "El rapto en el serrallo". En cuanto pase la última función, pocos recordarán si tal o cual cantante hizo mejor o peor su papel, cuestión por lo demás siempre subjetiva y opinable; pero seguro seguirán recordando la puesta. Personalmente, los juicios de valor me parecen en general menos útiles que la reflexión (incluso cuando esto es, de hecho, un juicio de valor). Tal vez por eso los evito. A diferencia de lo que hizo, por ejemplo, Gonzalo Demaría, al declarar que las escenas del singspiel original "eran un plomazo y tenían un libreto flojísimo que no resistía ser puesto como estaba escrito"... sólo para que en la sala mucha gente clamara entre dientes por su cabeza. En otras palabras, me parece muy bien que el público en general se haya ido contento, tras haber reído y aplaudido con ganas. Pero me parece mal que alguien se quede con la idea de haber visto una ópera de Mozart. Y esto es lo que me resultó más importante para decir.
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