Gustavo Hernández, piano y voz; Juan Martínez, guitarra; y Osvaldo Avena, percusión. El trío presentó el disco Sintiendo amanecer, salido tres años atrás. El concierto en la Usina se realizó unas horas después del Bicentenario. Los artistas descollaron en la parte instrumental, cada cual dando testimonio de su sensibilidad musical e impecable interpretación.
Fue un repertorio al que el público acompañó con las palmas o tarareando sotto voce los temas folklóricos de siempre. Una versión instrumental de La nochera (Jaime Dávalos-Ernesto Cabeza), bellamente estilizada, abrió el concierto. Más tarde se escucharon la Zamba del grillo (Atahualpa Yupanqui), Vamos a la zafra (Eduardo Falú-Jaime Dávalos) y Debajo de la morera (Virgilio Carmona).
Hernández, que de componer música sabe -y mucho-, compartió temas propios: Se me escapa el gato, tema de su primer CD, o ¡Baile, Tito!, un bailecito dedicado a un ignoto embalador de discos. El genio de Hernández también se ve en su capacidad de acuñar nueva terminología folklórica: sus “zainos” o mezcla de zamba y huayno, como Huaynita y Sintiendo amanecer, tema que fue originalmente pensado como instrumental y que más tarde, al momento de hacer el disco, surgió la letra.
Pero Avena y Martínez no se le quedaron atrás. Ambos pusieron su sapiencia en lo suyo; ambos precisos, con muchísima pasión y alegría. El resultado: buena música, buen clima pese al frío post-Bicentenario, y un público más que satisfecho con este recital. Viviana Aubele
Fue el 10 de julio de 2016
Usina del Arte
Agustín Caffarena 1 – Cap.
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