SHÖÑE, bifurcaciones de una mente

Desde la vidriera de un teatro, Ana Padilla brinda un trabajo que sobresale entre ruidos callejeros

ShöñeActúa: Ana Padilla – Arte: Cinthia Chomski – Sonido e Iluminación: Ignacio Geli – Dramaturgia y Dirección: Jorge Diez

En ese precipicio de la conciencia donde los sueños se pueden transformar en pesadilla, aparece Shöñe. La obra es una puerta de entrada a las ensoñaciones de la protagonista, una mujer que dialoga consigo misma, con la idea de que pueden expropiarle el pensamiento. ¿Es que los pensamientos de cada uno son propios? ¿Nos pertenecen? ¿O provienen de un lugar ajeno desde donde brotan sin control? La obra nos otorga la radiografía de una mente que no halla descanso. Las fantasías y prejuicios de esta mujer quedan al desnudo, mientras ella trata de refutarse a sí misma.

Shöñe no necesita más que un solo personaje, porque todas las contradicciones que podemos encontrar habitan en el interior de uno o de una. La obra revela que en definitiva el silencio interior no existe, a pesar de que estemos en una época que pregona distintas prácticas para encontrar la paz interior. La pieza retrata el colapso psicológico de una persona que ya no resiste los estímulos (o agresiones) provenientes de su mundo interno.

El personaje de Shöñe es una mujer fragmentada, cuya identidad se divide en infinitos discursos, reproches, recriminaciones que solo pueden alejarla cada vez más de encontrar en sí misma una unidad. Ella queda desdibujada, descentrada, ante el ida y vuelta de preguntas y respuestas que su propia psiquis le propone. Seguramente todos los prejuicios y las ideas que la invaden han venido alguna vez de una fuente exterior, pero crecen ahora en su mente, echando raíces que no se pueden arrancar porque se adhieren a lo más profundo del ser. Si ella dejara de escuchar esas voces sería libre, pero nadie puede escapar del murmullo que viene de adentro.

Esta obra de poco más de veinte minutos puede considerarse una hazaña: ensayada durante la pandemia y realizada íntegramente en la vidriera del teatro Tadrón, sobrevive entre los diversos estímulos que vienen de la calle, donde se ubican las butacas de los espectadores. Ana Padilla muestra sólidos recursos, no solo a la hora de encarar un personaje complejo, sino cuando debe interpretar un texto que exige máxima concentración, entre las distracciones que se presentan en la esquina del teatro. Jorge Diez despliega una dramaturgia atrapante al zambullirse en las zonas oscuras de toda mente humana. Los aspectos técnicos de la obra están muy bien logrados y hacen que esta función en pleno centro de Palermo pueda sostenerse exitosamente de principio a fin. Milly Vázquez

Domingos a las 20.30
(hasta el 28 de marzo 2021)
Desde abril, Domingos a las 18
Duración: 25 min.
Tadrón Teatro
Niceto Vega 4802 – Cap.
(011) 4777-7976
Comprar entradas 
tadronteatro.com.ar

 

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