MALDITA CANALLA LA SOLEDAD, poética gracia

El atractivo teatro de la caricia de Finzi Pasca

Maldita canalla la soledadActúan: Pablo Gershanik y Victorino Luján – Vestuario: Low Costume – Iluminación: Alexis Bowles y Daniele Finzi Pasca – Música: New Pocket Orchestra – Autor y Director: Daniele Finzi Pasca

Para escribir sobre Daniele Finzi Pasca es necesario escribir en clave poética. Y es que esta puesta escena renueva el compromiso constante de este director y dramaturgo con sus aliadas de siempre: la fragilidad, la gracia y la poesía; potencias creativas y fundamentales siempre presentes en lo que él ha llamado «teatro de la caricia».

Medoro y Vitalizio son una pareja de solitarios que se evaden de su tedio a través de una fantasía: la creación de un falso milagro que hará visible su pueblo a los ojos de los extranjeros, sacándolo del escudo del ostracismo. Sus intentos fallidos y su urgencia por hacer posible este acto los lleva a reconocerse en el espejo de su condición de solitarios.

Convertidos en maniobras físicas asombrosas que se burlan del orden de lo real, gestos graciosos dotados de delicada ternura y diálogos inquietantemente poéticos, el espectador ve desfilar ante sus ojos aquellos lenitivos que todos hemos usado en algún momento contra lo cruda que puede llegar ser la soledad: evasión, lejanas remembranzas, nostalgia de los días felices, sueños de un futuro mejor.

Logrando una comunicación fresca y ligera entre sus personajes, Pablo Gershanik y Victorino Luján dan contorno a los bordes de una soledad que a veces se presenta cómica y otras desesperada, pero nunca es de un solo tono. Se dibuja entonces al fondo de Maldita canalla la soledad una metáfora a modo de pregunta: ¿es la soledad una puerta abierta o una puerta cerrada? Ninguno de los dos personajes se resignará al encierro: Vitalizio aporta una pizca de surrealismo jocoso en donde cada uno de los objetos de la escena es apropiado y despertado a la vida;  surgen ingeniosos diálogos con papas y tomates, sumados a un escepticismo agridulce.

Medoro se permitirá volar hacia regiones altísimas dentro de sus ideas; no cabe duda de que Gershanik hace uso de toda su inteligencia corporal para hacer surgir en este personaje conmovedores trucos de ilusionismo y gestos circenses que transmiten fuerza sin esfuerzo. Así, mientras estos seres sueñan despiertos, la obra entera parece abrir la puerta para que este par de solitarios resuelvan la necesidad de su falso milagro yendo más allá de los efectos y de las limitaciones que los restringen, encontrando una llave que les abrirá nuevas posibilidades, talento e imaginación. Camilo Barajas Hernández

Se dio hasta fin de 2014
Teatro La Carpintería
Jean Jaures 858 – Cap.
(0
11) 4961-5092

MALDITA CANALLA LA SOLEDAD - www.martinwullich.com

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