Los Mufas – Elenco: Daniel Hendler, Diego Cremonesi, Carla Quevedo, Osmar Núñez, Pilar Gamboa, Damián Dreizik – Guion: Gabriel Medina y Javier Rao, sobre una idea de Sebastián Borensztein – Fotografía: Lucio Bonelli – Música: Juan Blas Caballero Dirección: Gabriel Medina – Disponible en: Disney+
Los Mufas: suerte para la desgracia es una serie de Gabriel Medina que combina humor negro, thriller y la obsesión argentina con la mala suerte. Daniel Hendler vuelve a encarnar a un querible perdedor que no logra encarrilar su vida. La serie cuenta con ocho capítulos de entre 21 y 31 minutos, poco más de tres horas en total. Arranca con lentitud, pero pronto atrapa. Medina, que ya había mostrado talento con Envidiosa, se arriesga esta vez con la idea de qué sucede cuando alguien tiene el poder de arruinar todo lo que toca.
Hendler interpreta a Roque Durriel, periodista especializado en fenómenos paranormales que trabaja en Media3 News, un canal en crisis. Hace diez años que no consigue una nota relevante. Su jefe (Emiliano Kaczka) le advierte: o aparece con algo fuerte o se queda sin trabajo. Divorciado, mientras su exmujer (Pilar Gamboa) rehace su vida, Roque fantasea con volver a conquistarla.
El eje de la trama es Vicente Malfatti (Diego Cremonesi), “el hombre más mufa del planeta”. Vive aislado, porque cada encuentro suyo trae desgracias: desde una curandera que muere al intentar ayudarlo hasta un repartidor que pierde la vida tras llevarle comida. Vicente tiene un poder incontrolable que destruye a su alrededor.
Flashbacks revelan que Roque y Vicente se conocían de chicos. El padre de Roque, obsesionado con lo paranormal, sometía a Vicente a extraños experimentos convencido de que sufría un desorden electromagnético. Esas escenas, de lo mejor de la serie, muestran el origen del trauma de ambos. Pero el relato no logra definirse: quiere ser comedia negra, thriller y drama familiar a la vez, y en esa indefinición pierde fuerza.
Los secundarios prometen más de lo que ofrecen. Gamboa se luce en un registro dramático, pero su personaje carece de desarrollo. Carla Quevedo aparece como figura interesante aunque sin espacio suficiente. Osmar Núñez brilla como el mafioso y supersticioso dueño del canal, aunque también queda relegado. Lo mismo ocurre con Nacho Gadano, Blanca Olivetti y Sofía Brito, que apenas tienen momentos aislados. Da la impresión de que Medina y su coguionista Javier Rao imaginaron un universo rico en personajes, pero no alcanzó el tiempo ni el presupuesto para desplegarlo.
Visualmente, la serie convence. La música ochentosa de Juan Blas Caballero aporta el clima justo y la fotografía de Lucio Bonelli resulta impecable. Buenos Aires luce atractiva, sin caer en clichés de tango ni postales de empedrado. La trama regala destellos memorables: Roque y Vicente cantando Si no te hubieras ido de Marco Antonio Solís arriba de una camioneta, o las escenas entre padres e hijos, cargadas de sensibilidad. Pero esos brillos aislados no sostienen la totalidad.
El gran problema es que la serie no confía en su propio absurdo. La idea de llevar la figura del yeta a un plano más profundo es potente, pero se queda a mitad de camino: no se anima a ser completamente disparatada ni del todo seria. En esa vacilación pierde intensidad. Aun así, resulta atractiva como retrato de perdedores que intentan torcer su destino. Hay instantes de gracia y emoción, y Hendler, como siempre, está impecable como ese hombre incapaz de manejar su vida pero decidido a seguir intentando.
Los Mufas no es la gran serie argentina que muchos esperan, pero tampoco un fracaso. Es una apuesta irregular, con más aciertos que errores, que al menos arriesga distinto. En tiempos en que tantas producciones locales optan por lo seguro, eso ya es un mérito. Con sus claroscuros, convierte una superstición rioplatense en algo universal: la lucha de la gente común por escapar de su mala suerte. Cristian A. Domínguez








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