El autor de Lectio Musicae, Santiago Chotsourian, es músico, director de orquesta y coros y Licenciado en Composición. Fue Director de Música y Danza de la Nación, Director de Estudios Musicales en el Teatro Colón y director artístico de medios especializados como Radio Clásica, Amadeus y actualmente Arpeggio. Dicho todo esto, podría plantearse la pregunta de qué cosas escribe un músico en relación a la música. Aunque lo más probable es que al lector de Lectio Musicae se le presente en realidad otra duda: ¿Es realmente éste un libro de música? ¿De qué trata este trabajo? Y si no fuese un libro de música, ¿cómo convendría clasificarlo? No resulta sencillo dar una respuesta precisa a estos justos interrogantes.
Chotsourian encara la escritura como si fuese una especie de juego, en el cual las palabras dicen lo que dicen, pero también dicen cosas diferentes. En este libro, con criterios sintácticos y morfológicos propios, que son convenidos desde un comienzo con el lector, las palabras forman nuevas estructuras, remiten a misteriosas resonancias, prefiguran sentidos simbólicos, significados que jamás estarán completos sin una íntima confluencia con el lector, quien deberá hacer suyas las palabras, completando luego el circuito del verbo creador y el decir.
Es un libro con una estética muy particular, pero sobre todo con una carga mística fuerte y una religiosidad segura pero amable, que nos invita a encontrar un nivel de lectura diferente del habitual. Se trata, en definitiva, de un libro que debe leerse desde el desprejuicio, por parte de un lector que no pretenda acotarse a lo escrito, sino que decida involucrarse para aportarle a la obra un sentido propio, que acaso será diferente para cada persona que se acerque a estas páginas.
En cuanto a la religiosidad que impregna estas páginas, se trata de un particularísimo modo de concebir lo musical, a la manera de una comunión. Con lo cual, si Lectio musicae es o no una lección que se vincule con lo musical, deberá tener una respuesta afirmativa. Más allá de esto, a la hora de tener que explicarse el arte, cualquiera se trate, el inconveniente es manifiesto. “Si pudiera explicarlo no valdría la pena bailarlo”, le respondió Isadora Duncan a un periodista impertinente que quería que le explicase lo que pretendía comunicar con su danza. Tal vez algo muy parecido suceda con este libro, que también podría ser visto como una composición musical. Como un motete, por ejemplo, que nos habla de la ligazón (religión significa en definitiva algo que se religa, que se vuelve a ligar) del oyente con algo trascendente e inasible que nos empuja a la experiencia de los sonidos, pero también del espíritu. Germán A. Serain
Lectio Musicae, el pesebre en el oído
Santiago Chotsourian
Ágape Libros
185 páginas
www.agape-libros.com.ar
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