“Y quien hubiera querido conocer Amor, podía hacerlo mirando el temblor de mis ojos […] mi cuerpo, por entonces todo bajo su dominio, muchas veces se movía como algo grave e inanimado”, escribe Dante en referencia a Beatrice. Ella es la beatitud y el Dante escribe sobre esta mujer en La vita nuova, donde alterna la prosa con el verso. Un amor terrenal se convierte en un amor místico. Con este texto, Dante siembra el germen de lo que luego se convertiría en su gran obra. No estamos ante una autobiografía, aunque muchos encontrarán un contenido biográfico. Sí podemos apreciar la fuerza de las alegorías en una pieza que posee múltiples connotaciones. Dante es ese precursor que se convierte en modelo, canon, cita y referencia ineludible. La vita nuova indica una vida renovada por el amor, una nueva búsqueda, pero también un amor por el lenguaje y la belleza.
“Escribí esta canción con la ambición de poner en los pentagramas de una partitura una astilla de luz que la lectura de La Vita Nuova ilumina en mi alma. Imaginé a un joven Dante, tan lejano en el tiempo y, por tanto, contemporáneo, gracias a la fuerza de su poesía”, afirma Nicola Piovani. El compositor, conocido como ganador de un Oscar por la música de La vida es bella ha realizado varias composiciones para cine. Piovani sostiene que la forma de comunicación que mejor transmite una visión profunda acerca del mundo y el hombre es el teatro y que la sala oscura y en silencio permite acceder al teatro como ritual. Es ese contacto humano imprescindible, que también tiene que ver con el arte y la búsqueda de sentido para la existencia, lo que se pone en juego en cada función.
Esta pieza de Nicola Piovani nos deja acceder a la poesía de uno de los más relevantes creadores en la historia humana y al mismo tiempo le agrega el componente musical que resalta y exalta los pasajes poéticos. La obra, estrenada en Ravenna en 2015, es una cantata donde se recitan los sonetos con acompañamiento de diferentes instrumentos. El canto de Valentina Varriale envuelve y hace honor a la poesía. Es una soprano de trayectoria cuyo desempeño es digno de destacar. Las partes recitadas están a cargo de Oreste Valente (estudioso de las lenguas clásicas y graduado en el Conservatorio de Florencia), quien sabe darle carnadura a los versos respetando los tiempos y el fraseo, ofreciendo una rica y cuidada interpretación. Los jóvenes miembros de la Orquesta Académica de Buenos Aires muestran estar a la altura del desafío artístico que supone una obra ambiciosa que promete y cumple. Con aires de Piazzolla y de jazz, como también de música para el cine, esta obra resulta complaciente al oído y acompaña la emotividad de los versos de Dante con suma delicadeza.
Piovani compone sobre un texto de un autor canónico y es fiel a su espíritu. “Tradición no quiere decir mera conservación, sino transmisión. Pero la transmisión no implica dejar lo antiguo intacto, limitándose a conservarlo, sino aprender a concebirlo y decirlo de nuevo”, podemos leer en el filósofo alemán Hans-Georg Gadamer. De esta manera podemos apreciar la presente obra como la nueva concepción de un clásico que, mientras lo reinterpreta, lo actualiza y consigue captar toda la belleza y la verdad que esta pieza de valor incuestionable tiene para ofrecernos. Milly Vázquez
Fue el 5 de junio de 2018
Teatro Coliseo
Marcelo T. de Alvear 1125 – Cap.
011 4816-3789
Nuova Harmonia
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