La ofrenda a tres – Cuento coreográfico de Carlos Trunsky a partir de La Ofrenda Musical de J. S. Bach – Bailarines: Sol Rourich, Matías Gallitelli, Teresa Marcaida – Música: Johann Sebastian Bach y Pablo Bursztyn – Vestuario: Jorge López – Coreografía y Dirección: Carlos Trunsky
El último trabajo de Carlos Trunsky es una clara muestra de la excelencia de su narrativa coreográfica y de la riqueza de su universo interior. En La ofrenda a tres dos mujeres y un hombre en una habitación con una sola puerta establecen complejas relaciones que quedan abiertas a la interpretación del espectador. En el transcurso de una hora, los tres personajes (¿padres e hija? ¿triángulo amoroso?) entretejen una trama perturbadora y misteriosa, cuya profundidad se revela –pero no se devela- en cada gesto.
Al carácter visceral, básico y hasta grotesco del hombre (cuya sorprendente entrada en escena es un recurso magistral) se le opone la siniestra autoridad de la mayor de las mujeres, la única que sale y entra por la puerta y conoce el afuera, la que tiende hilos que corta bruscamente, la que alimenta y domina. Con el rostro cubierto por su larga cabellera cual Mélisande a la inversa, la otra mujer permanece recluida, latente, relegada, durante casi media obra; pero cuando resurge de su letargo provoca un final perturbador.
Tres sillas y una mesa que van siendo destapadas como telones que se corren para dar paso a una nueva escena constituyen la mínima escenografía donde los bailarines, más allá de los desafíos técnicos, son a la vez actores. En ese sentido, el coreógrafo contó con la complicidad de tres intérpretes de lujo. La magnífica Sol Rourich realiza un trabajo pleno de detalles, miradas y gestos impactantes. Matías Gallitelli presta su máscara entre infantil y primitiva a su personaje, y Teresa Marcaida destila intriga y compromiso.
No conviene dar más detalles de esta obra llena de sutilezas, que interpela sin piedad y que permite múltiples miradas, tantas como interlocutores tenga. Carlos Trunsky, hábil creador de atmósferas, nos propone espiar el micromundo de sus criaturas tan de cerca que hasta podemos escuchar sus respiraciones. En ese mundo no hay sobreentendidos; la lectura de cada uno es lo que enriquece el acto de la experiencia teatral. Patricia Casañas
Se dio hasta el 23 de septiembre 2022
Teatro El grito
Costa Rica 5459 – Cap.
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Carlos Trunsky en Sitio Teatro Colón
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