JAMÁS ME LEVANTÓ LA MANO, irresistible disenso

Una pieza emocional con estupendas actuaciones en intuitiva dirección de Cristian Majolo

Actúan: Malena Luchetti y Romi Pinto – Vestuario: Narella Polito – Escenografía: Maria Guglielemelli – Iluminación y Sonido: Cristian Majolo y Emilio Zinerón – Coreografía: María Isabel Ducret – Autor: Marcos Casanova – Director: Cristian Majolo

Una iracunda madre y su rebelde hija conviven en un caos anímico, pero comparten un mismo sueño que las une, aunque parezca imposible. La meta es ganar un concurso de baile barrial en el club Olimpia de Villa Seca. Es un original melodrama que refleja los problemas internos que yacen en ciertas familias, sin importar la clase social, pues en todo ambiente doméstico existen rivalidades ocultas entre sus integrantes. Las crudas vicisitudes del dúo se exponen en una coexistencia demencial y elevada disparidad donde afloran desasosiegos, necesidades y secretos.

El joven director Cristian Majolo, con gran imaginación, consigue que las antagónicas emociones que viven en el lacerante, aunque divertido texto de Marcos Casanova, logren un maravilloso equilibrio entre la comicidad y la tragedia, además de ser una gran invitación a la reflexión. El dúo actoral es muy bueno. Romi Pinto, como Fátima, crea una madre visceral pero querible, y es quien aporta los mejores momentos de humor. Malena Luchetti, en la piel de la indomable hija que se desvive por bailar y lucir su cuerpo con ropas extravagantes, es una grata sorpresa por su interpretación fresca y temperamental.

La escenografía es muy rica y recrea detalladamente un espacio caótico e ilimitado de lucha familiar de condición humilde, potenciando la trama y constituyendo el perfecto ambiente que enmarca la puesta, completada por una rítmica iluminación y una divertida musicalización. El torbellino de recriminaciones, rencores, envidias, dudas, manipulación y desolación, se combinan y enredan en estas dispares personalidades que no logran convivir, pero tampoco pueden serararse.

Elementos de absurdo, costumbrismo, comedia, drama y crueldad, chispeante dirección, salado texto y muy buenas actuaciones hacen de Jamás me levantó la mano una obra para no dejar pasar. Cristian A. Domínguez

Sábados a las 20.30
Teatro Tadrón
Niceto Vega 4802 – Cap.
(011) 4777-7976
tadronteatro.com.ar

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