Primeras figuras de importantes compañías del mundo se dieron cita, junto a los bailarines del Ballet Estable, en una Gala Internacional de Ballet que apeló mayoritariamente a lenguajes contemporáneos.
Dos magníficos intérpretes del Ballet de Hamburgo, Hélène Bouchet y Carsten Jung, trajeron coreografías de John Neumeier (director del elenco alemán desde 1973): Othello, con la música de Arvo Pärt como coprotagonista, dúo de tensa calma y lograda musicalidad; y Tatiana, electrizante pas de deux que aborda la crisis final entre Tatiana y Onieguin, muy lejos de la estética de Cranko (la versión conocida en la Argentina), y que permitió a Bouchet y Jung sacar a relucir su veta dramática. La argentina Sofía Menteguiaga, actualmente en el Ballet de Flandes, lució su esbelta figura y perfecta técnica en dos dúos junto a Alain Honorez, de la misma compañía. Con corrección, María Noel Riccetto y Gustavo Carvalho representaron al vecino Ballet del SODRE (Uruguay) con Coppelia.
Pero, sin duda, el plato fuerte de esta Gala Internacional de Ballet fue la rentrée, después de 10 años, de nuestra compatriota Marianela Nuñez en el Colón, acompañada por Alejandro Parente, primer bailarín del elenco local. La estrella del Royal Ballet de Londres demostró por qué es hoy una número uno en el mundo, descollando tanto en los cuádruples fouettés de Don Quijote, como en los vertiginosos pas de bourrés de Giselle.
De depurada línea y minuciosa expresividad, Nuñez provocó clamorosos aplausos que la obligaron a varios curtain calls junto a Parente, inmejorable partenaire, que aunó presencia escénica a su habitual solvencia. Ambos aportaron la cuota de emoción y fervor en los saludos finales, cuando luego de la exultante Rapsodia de Mauricio Wainrot por el Ballet del Colón, el público premió a todos los participantes de esta Gala con una merecida y prolongada ovación. Patricia Casañas
Fue el 16 de agosto de 2015
Teatro Colón
Libertad 651 – Cap.
(011) 4378-7109
Comentarios