El Mesías (oratorio) – Música: Georg Friedrich Haendel – Textos: Charles Jennens – Solistas: Verónica Cangemi, Marie Henriette Reinhold, Benedikt Kristjánsson, y Tobias Berndt – Coro y Orquesta: Gaechinger Cantorey y Academia Bach de Stuttgart – Director: Hans-Christoph Rademann)
Enfrentarnos a una obra como El Mesías de Georg Friedrich Händel puede ser una experiencia reveladora. Sobre todo en tiempos de mesianismos absurdos, como los que nos atraviesan. No son pocos los que se han empecinado –aquí, allá y más allá– en esperar, buscar o pretender haber hallado a un salvador, ya sea de la humanidad toda o de un selecto grupo de elegidos. Como es sabido, para el cristianismo el Mesías es Jesucristo, hijo de Dios, quien supuestamente vino al mundo para salvar a la humanidad. Uno podría señalar, no sin motivos, que la evidencia no parece mostrar que estemos a salvo de nada; pero ese ya sería otro tema.
Cuál habrá sido para Händel el desafío implicado por la composición de El Mesías, es algo que no tenemos manera de saber. Lo que sí sabemos es que corría el año 1741 y el compositor germano era uno de los artistas favoritos de Gran Bretaña, que lo había adoptado como hijo propio. Para entonces el músico se había alejado del teatro musical y había virado su rumbo creativo hacia los oratorios. Fue cuando Charles Jennens, escritor amateur, el mismo libretista del oratorio Saúl, le acercó un manuscrito integrado por una recopilación de versículos de ambos Testamentos, orientado a celebrar la Semana Santa. Algo halló Händel en ese material que lo llevó a componer la que muchos identifican como su obra más trascendente.
Nos cuenta Claudia Guzmán que el trabajo de componer y revisar la monumental obra le llevó a Händel menos de un mes: apenas 24 jornadas le bastaron para realizar una labor que uno estimaría imposible. También nos aclara la musicóloga que, por insólito que hoy pueda parecemos tan exiguo término, el plazo se encontraba dentro de lo considerado razonable para la elaboración de una ópera o trabajos similares en aquellos tiempos. Pero El Mesías no es una obra cualquiera. Su trascendencia la coloca más allá de las categorías habituales. ¿Intuiría Händel que estaba componiendo el trabajo que lo inmortalizaría como músico?
Integrado por una orquesta barroca y un coro, Gaechinger Cantorey es el nombre adoptado en 2016 por ensamble de la Academia Internacional Bach de Stuttgart. Dirigido por Hans-Christoph Rademann, el grupo -obviamente especializado en la música de la época- posee una sonoridad y un equilibrio exquisitos, sencillamente admirables. No puede decirse mucho más sobre la interpretación, porque sería abundar en elogios. Mozarteum Argentino ya había presentado anteriormente en Buenos Aires a la agrupación, que en aquella ocasión ofreció un programa dedicado a Bach, dejando en claro también entonces su nivel artístico.
En esta oportunidad los solistas vocales fueron la soprano argentina Verónica Cangemi, la mezzosoprano Marie Henriette Reinhold, el tenor Benedikt Kristjánsson y el bajo Tobias Berndt, todos excelentes en sus respectivos desempeños. La nota negativa la dio en todo caso el público, con celulares que sonaron una y otra vez, personas que decidían cambiar de asiento en medio de la interpretación, o directamente se retiraban de la sala durante los aplausos al Hallelujah, creyendo acaso que la obra había terminado con ese número. La ignorancia es disculpable; no así la falta de cortesía hacia los artistas, que merecieron el sostenido aplauso que agradeció su prestigiosa labor.
Es cierto que no podemos saber qué significó la composición de El Mesías para el propio Händel, pero se cuenta que después de la primera presentación en Londres un espectador se acercó para felicitarlo “por el excelente entretenimiento” ofrecido. En aquella circunstancia, el músico habría respondido: “Señoría, se lo agradezco, pero me lamentaría si lo único que he logrado fue entretenerlos. Mi deseo es hacerlos mejores personas”. Cierta o no la anécdota, enfrentarnos a una obra como ésta puede hacernos mejores personas. No es otro el sentido del verdadero arte. Germán A. Serain
Fue el 4 de noviembre de 2024
Teatro Colón
Libertad 621 – Cap.
(011) 4378-7100
mozarteumargentino.org
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