Enrique Campos. Pero cuidado, que no hay que confundirlo con aquel cantor uruguayo, cuyo nombre real era Inocencio Enrique Troncone (1913-1970), aunque este también sea artista y cante tangos. No solamente se trata de otra persona, sino también de otro estilo, de otra época y, sobre todo, de otro espíritu.
Este Enrique Campos nació en Buenos Aires y mezcla los aires rioplatenses con algo que podría ser cumbia y algo que podría ser pop, aunque algunos periodistas han llegado a calificarlo como un tanguero punk. Y también podría ser.
Estudió Ciencias Políticas, trabajó como periodista y gestor cultural, también estudió teatro y literatura. Además de música, por supuesto. Es un personaje multifacético y con matices de mucha espectacularidad. Glam urbano e irreverente. Raro, podría decirse. Y orgulloso de serlo, porque su objetivo claramente es cuestionar los estereotipos.
Fue cantante de La 154, una banda que hacía tangos clásicos pero enfocados desde una perspectiva desestructurada, emparentada con el rock y con mucho énfasis en lo escénico, mimetizando el género con el rock argentino, el bolero y la cumbia. Luego Enrique siguió su camino como solista y se embarcó en la producción de su primer disco, titulado Roto, que fue fue nominado a los Premios Gardel y a los Latin Grammys.
Pero Enrique también es escritor, y este es el papel que nos interesa destacar en esta ocasión. Tiene publicados siete libros de poemas, el último de los cuales acaba de ser editado bajo el título de Todo menos él mismo.
“Cada vez que cierro los ojos mi mente
muestra el camino para resolver la ausencia.
Su ausencia.
No hay escape en esta ciudad,
entre sus calles, entre sus historias
que podría adivinar casi sin conocerlas.
No hay manera de evitar el vacío
que me acompaña como una sombra,
como un lazarillo aún joven
para las palabras.
Me he vuelto el espejo de todo
lo que siente que le falta algo:
la nube, el pájaro, el viento”.
Dice Enrique Campos acerca de su propia obra: “Este es un libro importante porque siento que marca un nuevo capítulo en la forma en la que escribo. Creo que los poemas de este libro son distintos de los que hice antes. Me estoy volviendo más conciso, sintético y menos barroco. Empezar a componer canciones cambió totalmente mi abordaje creativo en lo procedimental y emocional. Me gusta pensar esta nueva etapa como una evolución artística en la escritura de mis poesías y mis canciones”.
Para quien se acerque por primera vez a la poesía de este autor, como ha sucedido en nuestro caso, probablemente la experiencia represente un grato descubrimiento. Los versos son frescos y expresan emoción; se adivina el cuidado en la elección de cada palabra, y en el conjunto se hace evidente un ritmo que refleja la relación del autor con la música.
“Los mensajes forman
oraciones incomprensibles.
Algunos urgentes, otros interesados,
algunos incluso con intenciones ocultas
como pequeñas trampas en forma de sílabas.
Los leo en voz baja. Busco siempre el mismo.
El que se escapó de alguna mueca descuidada;
que cometió el error de haber pensado
que sólo es el pez el que muere por la boca”.
No hay una pretensión grandilocuente en estos poemas, lo cual se agradece. Las ideas son simples, claras y directas, sin caer en esos hermetismos vanos a los cuales algunos poetas contemporáneos parecen ser tan afectos. No hay demasiados barroquismos, que por lo demás probablemente restarían más de lo que podrían llegar a sumar.
Por supuesto, tratándose de arte, y particularmente de poesía, los versos de Campos podrán gustar o no a los eventuales lectores. Pero difícilmente alguien pueda señalar que estos poemas sean carentes de sinceridad, lo cual ya es mucho. Valdrá la pena ver adónde conduce el proceso de crecimiento creativo de este autor en lo futuro. Y considerar su presente. Germán A. Serain
Todo menos él mismo
Enrique Campos
Editorial Mansalva
64 páginas
Enrique Campos: Nació en Buenos Aires. Es escritor, cantante y compositor. Publicó Las edades de un monstruo (Huesos de Jibia, 2009), Uno y todos los posibles (Paradiso, 2011), El momento en su boca (Mansalva, 2012), Eterno solo para él (Mansalva, 2016), Hoy es lejano (Ivan Rosado, 2016) y La oscuridad se los permite (Mansalva, 2018). Publicó también poemas en varias revistas nacionales e internacionales como Hablar de Poesía, El Banquete, y El Poeta y su Trabajo. Como músico editó su primer disco, Roto (Acqua Records, 2018), nominado a los Premios Gardel y a los Latin Grammy Awards.
Comentarios