Aunque parezca contradictorio, hacer comedia no es cosa de broma. Y no es chiste: es necesario ser muy profesional para hacer las cosas bien y al mismo tiempo arriesgarse a jugar y divertirse arriba del escenario, sin perder por ello calidad. Gran mérito de esta puesta, ideada por María Jaunarena, con la cual Juventus Lyrica cierra su temporada 2017 en el Teatro Avenida.
En realidad un buen título para esta nota hubiese sido Le Compte Ory ossia Il manosanta di Rossini. Porque resulta evidente, en el primer acto de la ópera, el homenaje al recordado personaje de Alberto Olmedo, a través de la brillante encarnación escénica del tenor Sebastián Russo, en el ciertamente difícil rol protagónico. Los guiños escénicos son permanentes y realmente efectivos, y están dentro del espíritu que Rossini contempló para su obra, estrenada en 1828 por la Opera de París, con libreto en francés de Eugène Scribe y Charles Poirson. Al año siguiente se presentó la versión en italiano, pero los compatriotas del compositor de aquel entonces no vieron con agrado la gracia afrancesada de la obra, ni mucho menos su ambigüedad moral.
Es que el libertino Conde no solamente se hace pasar por un hombre santo, con el propósito de acceder a los favores de las mujeres que aguardan pacientes -aunque de todos modos necesitadas- a sus maridos, que han ido a combatir en las Cruzadas, sino que en la segunda parte de la obra, esta vez secundado por sus caballeros, se introduce en el castillo, disfrazados todos como religiosas, con idénticos bajos propósitos. Aunque estas intenciones no son exclusivamente masculinas: a pesar de haber sido escrito antes del nacimiento de Sigmund Freud, la idea de la histeria femenina está presente en el libreto. Y parece estar claro el mejor modo de darle solución. De carne somos.
Los desempeños vocales fueron todos valiosos. Además de Russo, se lucen muy especialmente Jaquelina Livieri como la Condesa Adele, Luis Gaeta como el gobernador y Victoria Gaeta como el paje Isolier. Padre e hija demuestran ser artistas realmente notables, no solamente en el canto sino también en el juego histriónico. También merece ser destacado el Raimbaud de Gabriel Carasso.
Divertida y arriesgada, la puesta incluyó buenos vestuarios y una escenografía muy eficiente, si bien acaso hubiese generado un mejor contraste haber buscado una confección más realista y menos naif de la fachada del castillo. Un definitivo acierto fue el planteo escénico, incluidos los juegos coreográficos que, al final del primer acto, nos sustrajeron de Turena en el año 1200 para llevarnos a pensar en John Travolta bailando en Fiebre de sábado por la noche o años más tarde con Emma Thurman en Pulp Fiction.
El desempeño tanto del coro como de la orquesta, dirigida por Hernán Schvartzman, fue más que correcto, y como un detalle de interés cabe señalar que en este caso el ensamble apuntó a reproducir las características sonoras propias del tiempo de Rossini, con instrumentos réplica de originales del siglo XIX y músicos especialmente preparados en interpretaciones historicistas. En resumen, un muy buen cierre de temporada para Juventus Lyrica, que ya nos tiene acostumbrados a producciones de muy buen nivel. Germán A. Serain
Fue el 3 de noviembre de 2017
Otras funciones: jueves 9 y sábado 11 de noviembre
Teatro Avenida
Av. de Mayo 1222 – Cap.
(011) 4381-0662
www.juventuslyrica.org.ar
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