“Se va un año desafinado”, compartió Pablo Guiragossian en su página de Facebook para despedir el 2020, año durante el cual todos debimos escuchar y ver música como fuere, aun confinados desde nuestros hogares. Y entonces, surgió la idea de acercar al público, a partir de 2021, el ciclo Dunin Mech, que en armenio significa “en casa”. Es un interesante proyecto que trae una variedad de artistas que, desde sus propias casas, persiguen su sueño de seguir haciendo música incluso en circunstancias no tan amables.
El ciclo arrancó en enero de 2021, y está pensado para que siga a lo largo de todo este año. La primera entrega contó con la dirección musical del pianista, compositor y arreglador Claudio Guiragossian, artista con un variado espectro, entre melódico, folklore, fusión y música étnica. El tango Niebla del Riachuelo fue el tema elegido para inaugurar el ciclo, con sus propios arreglos. Los artistas convocados para este tema fueron Andrea Simone, que puso su bella y firme voz para las estrofas del tango compuesto por Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo en 1937 y que fue parte de la película La fuga (interpretado en esa ocasión por Tita Merello).
Andrea y Claudio se han presentado juntos durante prácticamente dos décadas. En bandoneón, Fausto Rosales, marplatense como Ástor Piazzola, que toca desde hace siete años; además del tango, ha incursionado en otros géneros, como fox-trot, calipso y otros ritmos tradicionales. En el violonchelo, Pablo Guiragossian, motor de esta “buena idea”, como diría Juan Alberto Badía; y como frutilla del postre, el arte de Carlos Sarkis Cahyan.
La segunda entrega, que salió el 26 de febrero, fue la Zamba del romero, de Manuel José Castilla y música de Rolando Valladares. Esta bonita versión de la zamba contó con la dirección musical de Esteban Guiragossian; los arreglos son obra de Gustavo Eiriz. Esta zamba tan tradicional fue enriquecida por instrumentos varios, aparte de la guitarra (Esteban Guiragossian): en bajo eléctrico, Matías Sarmiento, Pablo Guiragossian al cello, y volviendo a lo autóctono, el pincuyo (Claudio Guiragossian), un antiquísimo instrumento de siete orificios de la cultura tiahuanaco. La voz de Miguel Fernández le da vida a esta hermosa zamba de pena y corazón marchitado, que bien ilustra el arte de Carolina Delucci.
Desde sus redes sociales, la gente de Guiragos va anticipando semana a semana algunos datos para que el amable espectador se vaya preparando para una nueva entrega y se vaya tentando con lo que Dunin Mech ofrecerá mes a mes con una buena dosis de talento y, sobre todo, pasión y amor por la música. Viviana Aubele
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