Die Fledermaus – Elenco: Macarena Valenzuela, Santiago Ballerini, Hernán Sánchez Arteaga, Laura Penchi, Santiago Tiscornia, Claudia Montagna, Mariano Spagnolo, Fernando Alvar Nuñez, Carlos Kaspar, Gui Gallardo, Darío Schmunck, Soledad de la Rosa y Griselda Adano – Orquesta: Académica de Buenos Aires y Coro Juventus Lyrica – Escenografía: Daniel Feijóo – Iluminación: Ana D’Anna y Fernando Micucci – Vestuario: María Jaunarena – Dirección Musical: Carlos Calleja – Dirección escénica: Ana D’Anna
Del Avenida se sale bailando el vals, igual que sus protagonistas, exultantes. La historia es encantadora, pícara, divertida, y se disfruta en las maravillosas voces de todo el elenco, que brindó lo mejor de sí en lo lírico y en lo histriónico, confirmando el completísimo arte que es la ópera, sobre todo cuando incluye ballet, una estupenda orquesta y algunas sorpresas que se sumaron a la excelente puesta en escena pergeñada por Ana D’Anna.
El clima gracioso se teje antes de que se abra el telón, cuando Carlos Kaspar, botella en mano y uniformado como el carcelero Frosch, debe ser sacado de la platea pues el alcohol le ha hecho confundir el momento de su entrada que es el acto final. Entonces comienza la comedia de enredos, con varios guiños agregados a la letra, como cuando hablando en francés se nombra al Moulin Rouge, a Brigitte Bardot y al Dr. Cormillot, señalando la panza de quien debería hacer dieta. El juego del lenguaje, las palabras y el idioma es constante: “sabrán disculpar mi español” -dice el tenor con tono germano al presentar a Gui Gallardo, Darío Schmunck y Soledad de la Rosa como especiales invitados a la fiesta- “…sobre todo si hasta ahora han disculpado mi alemán”. Es la ópera dentro de la ópera, en un homenaje de los cantantes a Gounod, a von Flotow y a Gardel. No se privan de nada, se toman una licencia, se divierten, acompañados estupendamente por Susana Cardonet. Ocurre del mismo modo en que el tenor Alfred, como arma de seducción, canta versos de las más populares arias, en la voz del asombroso Santiago Ballerini.
Las sopranos Macarena Valenzuela, como Rosalinde, y Laura Penchi, como Adele, se lucen con simpatía, haciendo brillar su coloratura en cristalinos agudos. Penchi además suma inigualable magnetismo en su expresión actoral y en el festivo baile, embelesando con su encanto ideal para el personaje. La inclusión de un quinteto de bailarines, con la notable Mercedes Calderón acompañada por cuatro apuestos jóvenes, añadió atractivo a la fiesta y a la puesta. El Coro Juventus Lyrica, aunque misteriosamente reducido en el final, sonó con preciso lirismo, integrándose mágicamente a la historia pergeñada en el siglo XIX, pero siempre vigente. Martin Wullich
Fue el 30 de octubre de 2011
Teatro Avenida
Av. de Mayo 1220 – Cap.
www.juventuslyrica.org.ar
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