En la cuarta jornada del Festival Piano Piano, el pasado 7 de noviembre en el CCK, las pianistas Daniela Salinas y Chiara D’Odorico se presentaron en el Salón de Honor. Ambas artistas fueron nominadas a los Premios Gardel en Mejor Álbum de Música Clásica: la patagónica Salinas en 2021, por su álbum Villa-Lobos, y la paraguaya D’Odorico en 2020, por Purahéi che retãgua.
Se trató de un concierto de interesantes aristas, ya que tanto una como la otra se han dedicado a hacer de la música académica latinoamericana su objeto de estudio y pasión. En el caso de Salinas, la música académica del Brasil -indudable influencia de su maestro Luiz de Moura Castro-, y en el de D’Odorico, fiel a sus raíces, ha abordado en sus dos trabajos discográficos obras académicas para piano de músicos del Paraguay.
En primer lugar, Daniela Salinas, oriunda de Santa Cruz interpretó, de Oscar Lorenzo Fernández (1897-1948), Vieja canción, primer movimiento de la Suite brasileira No. 1. Luego se escuchó, de Héitor Villa-Lobos (1887-1959), Idilio en la hamaca, y a continuación, una selección del célebre Carnaval de los niños, del mismo compositor: El caballito del niño Pierrot, El azote del diablito, Pierrette la mañosa, Las peripecias del niño mascarado y La armónica del niño harapiento. Es justamente a Villa-Lobos a quien Salinas dedicó su primer trabajo discográfico.
Luego se escuchó una bella pieza del carioca Ernesto Nazareth (1863-1934), Odeon (Tango brésilien op. 146). Es una de las composiciones más difundidas del compositor, en especial después de su trágica muerte. Un estupendo contraste de energía se dio entre la Paulistana No. 1 de Cláudio Santoro (1919-1989) y la última pieza interpretada por Salinas, la Danza del indio blanco, de Villa-Lobos, para cerrar este segmento.
Chiara D’Odorico, que lanzó su segundo álbum, Ofrenda a mi tierra, en julio de este año, abrió su participación con Tres pequeños valses de primavera, de Juan Max Boettner (1899-1958), una fresca y deliciosa obra del compositor asunceño, que además de músico fue también médico. Luego, una obra que, podría decirse, es la “marca registrada” de la artista, aunque fue compuesta por Jorge “Lobito” Martínez (1952-2003): Juego de niños. Tres preciosas piezas de otro médico y compositor, Luis Cáceres Carísimo (1926-1965), siguieron en el repertorio: Tristezas de la soledad, Reminiscencias y Página de álbum.
Luego, el recuerdo del compositor ítalo-argentino José Bragato (1915-2017), cuya vibrante Paraguay yasi retá precedió a una de las Danzas de Juan Carlos Moreno González (1872-1933). A continuación, En el Paraná, y luego Tavarandú, de la pianista paraguaya contemporánea Nancy Luzko, radicada en Estados Unidos desde hace varios años. Luzko es una interesante artista que abreva en lo clásico y en lo contemporáneo; merece la pena detenerse a apreciar e indagar en su obra.
El Salón de Honor es, quizás, uno de los recintos más bellos y elegantes del CCK; un lugar acorde a la calidad de ambas pianistas, que con estas preciosas obras de compositores del Nuevo Mundo deleitaron a la audiencia. Indudablemente, América Latina fue y sigue siendo una maravillosa cantera de música para todo el mundo. Viviana Aubele
Fue el 7 de noviembre de 2021
Festival Piano Piano – CCK
Sarmiento 151 – Cap.
cck.gob.ar
