CONFESIONES DE MUJERES DE 30, la ácida espera

Audacia y humor en discurso femenino

Actúan: Julieta Cayetina, Sofía Gala Castiglione, Tamara Pettinato – Vestuario: Mercedes Colombo – Iluminación: Patricio Barbaresi – Música: Freddy Vaccarezza – Coreografía: Rodrigo Villani – Autoría: Domingos De Oliveira – Adaptación: Flora Alcorta, Verónica Lorca – Dirección: Lía Jelín

Con audacia y mordacidad, Tamara Pettinato, Julieta Cayetina y Sofía Gala Castiglione hacen uso de su inteligencia y sentido del humor para reírse de los discursos de los que formamos parte como mujeres y de los que no podemos escapar. En las Confesiones de mujeres de 30 están la gordura, la utilización de cremas antiage, las relaciones con los ex, los hombres maduros y los jóvenes, la permanente búsqueda del amor y las ansias de sentirse deseable, el temor al envejecimiento, todos temas que las chicas abordan  astutamente.

El oficio de las tres para hacer reír se destaca (con mayor o menor experiencia en teatro pero sí con experiencia para llegar al gran público). A la hora de encarar estos papeles, las divas los abordan dúctilmente y sin titubear. Cuando hay un intercambio con el público, se genera complicidad y es allí donde Pettinato puede improvisar sin ningún problema provocando situaciones muy cómicas.

Estas chicas que han cumplido tres décadas, piensan que lo que no hacen ahora no lo harán nunca: triunfar en la profesión, tener hijos, conseguir pareja. Si bien este discurso ha quedado un poco caduco porque las edades para todas estas cosas se han vuelto flexibles, hay algo de verdad en el hecho de que a la mujer la corre el reloj biológico y que muchas se proponen cumplir todas sus ambiciones antes de llegar a los cuarenta, pues luego el mercado laboral discrimina y las arrugas no nos juegan una buena pasada. La desesperación por alcanzar las metas propuestas puede ser angustiante y las chicas juegan con esa angustia, pero la transforman en un hecho cómico.

Las tres vestidas de rojo y con los labios rojos hacen honor al color de la pasión, dejando en evidencia su pasión por las tablas y por encontrar humor en las situaciones más complejas de la vida. Si bien se las ve desesperadas, una de ellas admite que pudo huir con dignidad cuando su ex quiso tener relaciones sin usar preservativo. Es que la elección siempre debería ser de la mujer, es que vivimos en un mundo sin caballeros, pero la amistad y la fraternidad femeninas toman el lugar que en otros tiempos quizás ocupaba la pareja.  Hoy los vínculos se tornan líquidos, la mujer cambia de hombre como de vestido porque ninguno termina de satisfacerla.

La alusión a hechos de sus vidas, como que a Gala le gusta salir con estrellas de rock o que Roberto Pettinato siempre busca mujeres más jóvenes, agrega un toque extra y hace que la trama sea más divertida. El enlace de ficción y realidad nos hace preguntarnos si toda la trama es realidad o si, por el contrario, es toda ficción. Desde el momento en que hablamos de una construcción podemos pensar que todo discurso es ficcional.

Lía Jelín, conocida por muchos por su labor en Toc Toc y con destacada trayectoria teatral, nos brinda esta versión de Verónica Lorca y Flora Alcorta que tiene sus aciertos ya que aggiorna esta pieza (estrenada hace unos veinte años en nuestro país) y la acerca a nuestra realidad con referencias que todos podemos conocer. Es digno de mencionar que el texto original fue escrito por un hombre, Domingos de Oliveira, y no deja de ser una mirada externa sobre la mujer. Sin embargo, capta algo de su espíritu; además esta adaptación le incorpora los guiños necesarios para apelar a la mujer argentina de hoy.

La cita de distintos pensadores de la historia que han menospreciado a la mujer (Aristóteles, Nietzsche, entre otros) aporta su cuota de ironía. El texto propone un tipo de mujer más libre pero no del todo, porque está atada a su apariencia que -quiera o no- la condena a ocupar un lugar determinado en la sociedad. ¿Será esta una mujer objeto o una mujer sujeto? ¿Cuestionar los mandatos que le pesan logrará liberarla? ¿O tendrá preponderancia el anhelo por conseguir esa piel suave como la cola de un bebé? El paso del tiempo impone su impronta y mientras se menciona a la Legrand y a Jugate conmigo, esta pieza demuestra ser un exponente de la cultura de masas que juega con lucidez entre la crítica a un sistema y la inevitable participación en su engranaje y dinámica.

Confesiones de mujeres de 30 es una apuesta a la risa, una mirada a nosotras mismas, un diálogo con los fantasmas que nos acechan. Estas mujeres… ¿esperan el amor, la maternidad, la fama, la consagración profesional? No se sabe, quizás un poco de todo. Lo que está claro es que no es la dulce espera a la que nos han acostumbrado los relatos sobre lo femenino. Este trío está esperando algo, pero con esa cuota de acidez que el buen humor siempre nos otorga. Milly Vázquez

Se dio hasta 2018
Teatro Buenos Aires
Rodríguez Peña 411 – Cap.
(011) 5218-5214
teatrobsas.com.ar

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