Cloro – Autor: Víctor Winer – Elenco: Celeste García Satur, Enrique Iturralde, Nilda Raggi y Rita Terranova – Vestuario y escenografía: Sergio García Ramírez – Iluminación: Roberto Traferri – Director: Kado Kostzer
El cloro como materia química es tóxico. Pero este Cloro emana su toxicidad –que también la tiene – con altas dosis de humor. No lo neutraliza, pero nos hace pasar un momento muy entretenido en el veraniego entorno que imaginó su autor, Víctor Winer, frente a la vacía piscina de un natatorio.
Eso si, quien bebió el cloro –en la obra- quería suicidarse. Y lo logró. Ella es la madre –Nilda Raggi– de una joven aspirante a escritora –Celeste García Satur-, quien enloquece a una escritora de profesión –Rita Terranova-, en aras de recibir sus consejos. Para hacerlo no tiene mejor idea que leerle ciertas partes de su diario íntimo, lo que molesta e irrita a la profesional –quien para colmo de males está falta de inspiración- y en los vericuetos de sus entrecruzadas charlas aparece una historia en común. Como si esto fuera poco se presenta el fantasma de la madre suicidada y hasta el mismísimo Xavier Cugat, magistralmente personificado por Enrique Iturralde.
Terranova crea un personaje soberbio, tan atractivo como odiable, insensato y necio, con su constante cambio de anteojos de sol, su locura por el trozo de botella -que es todo un símbolo- y su extravagante vehemencia. Es en el guiño constante entre la realidad y la fantasía, entre el universo cinematográfico y el teatral, donde también hay un gran encanto, recordando o parodiando a Esther Williams y su Escuela de Sirenas, o la música del mismísimo Cugat, en una banda sonora armada por Sergio García Ramírez, también responsable del muy atractivo vestuario y el diseño de la escenografía.
Kado Kostzer dirigió a este pequeño elenco con una precisa marcación que destaca a cada intérprete, y supo extraer del rico texto de Winer sus momentos más dramáticos junto al disparate más acendrado. Los agresivos diálogos entre las protagonistas denotan también su soledad y su ternura. Es allí donde cobra mayor vigor la historia de imprevisto final, si es que hay final… Martin Wullich
Se exhibió hasta fin 2007
Centro Cultural de la Cooperación
Av. Corrientes 1543 – Cap.
(011) 5077-8077
Loteo, otra obra de Víctor Winer, con Rita Terranova