Con su mezcla de elementos y artes, el collage -como técnica- tiene una magia muy especial, como si cobrara vida en esa tercera dimensión natural que logra con sus texturas y colores. Y en el caso de Bobe, aún más, pues con todos sus elementos -hilos, vendas, alfileres, botones, pétalos, agujas- cada pieza cuenta un momento de una historia de vida. Es la vida de Rushe Honig de Hoffer, la abuela paterna de Marcela Hoffer, su bobe, con imágenes tamizadas por su arte, por su amor, por su homenaje a esa mujer que dejó Varsovia en 1926, a sus 26 años de edad, para jamás volver.
Observamos detenidamente los collages pergeñados por Marcela y sorprenden por su creatividad, por su vitalidad, como una forma de restituir el pasado y sanar las heridas del exilio y del desarraigo. Es decir, cobran vida, expresan sensaciones y sentimientos. Bobe vive, sonríe, disfruta, en las imágenes logradas por su nieta que conforman un viaje en el que recupera su voz y su alma. El pasado y la actualidad se encuentran a través del arte.
Marcela Hoffer redime la voz de Bobe, en sus obras se revela su sigilo mantenido en secreto y sus desasosiegos contenidos. Las coloridas piezas ofrecen su poder curativo y restauran una vida. Como afirma la curadora Laura Szames, es también un homenaje a todas las mujeres que migraron, se exiliaron, atravesaron mundos. La artista se vale del collage como metáfora de la pulsión por pegar y reparar los cortes, sembrando raíces en nuevas tierras, en busca de libertad y esperanza. Martin Wullich
Bobe (30 obras)
Lunes a viernes de 10 a 18
(hasta fin de marzo 2024)
Museo Judío de Buenos Aires
Libertad 769 – Cap.
Entrada gratuita
(011) 3986-3260
Sitio Web Marcela Hoffer
La muestra se completa con cuatro obras del colectivo Ajat, integrado por Marcela y Martina Charaff, quien además suma otros seis collages, presentados originalmente en el libro Panska 28. En la puesta de la muestra Bobe colaboraron Marisa Bregman, Eliana Krumecadyk, Patricia Holzman, Liliana Flugelman, Jack Klebanow, Martina Charaf y We Are NoMad Studio. En la sala está La mesa de shabat vacía, iniciativa para que los secuestrados por Hamas puedan ocupar sus lugares junto a sus seres queridos. Sin ellos, la mesa no está completa.
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