ANTONIO PAPPANO, precisión y preciosismo

Al frente de la Orchestra dell’ Accademia Nazionale di Santa Cecilia, con la brillante pianista Beatrice Rana

Para el melómano que disfruta de la música clásica, los programas que ofrecen obras novedosas y pocas veces escuchadas en concierto tienen un especial atractivo. Sin embargo, cuando artistas y orquestas reconocidas internacionalmente llegan de visita al país, también es interesante disfrutar de obras habitualmente frecuentadas, pues resulta posible apreciar en toda su dimensión las sutilezas que hacen a la diferencia, en ocasiones notable, entre unos intérpretes y otros. Este fue el caso de la presentación de la Orchestra dell’ Accademia Nazionale di Santa Cecilia, que llegó al escenario del Teatro Colón bajo la dirección de Antonio Pappano, para los abonos de Mozarteum Argentino.

Ya desde el inicio, con la obertura de la ópera La forza del destino de Verdi, quedó en evidencia la notable sonoridad del conjunto, preciso, potente, preciosista en el detalle. Pappano dirige con seguridad y con energía cuando es necesario, pero al mismo tiempo con discreción escénica. No hay dudas, es el artífice de tan magnífico resultado sonoro. El resto del programa estuvo dedicado a dos obras emblemáticas de Piotr Ilich Tchaikovsky: el Concierto para piano Nº 1 y la Sinfonía Nº 5. En ambos casos se repitió el mismo nivel de calidad, con el añadido de la sorprendente pianista italiana Beatrice Rana, quien con sus jóvenes 22 años promete ser una de las grandes figuras del instrumento de su generación. Al finalizar el movimiento inicial del Concierto Op. 23, obra incomprensiblemente rechazada en su momento por Nikolai Rubinstein en uno de los desplantes más célebres de la historia de la música, el público rompió los protocolos y ofreció un cerrado y justificado aplauso.

Luego de un breve bis con la Giga de la Partita Nº 1 de Bach y el intervalo, se disfrutó de una Quinta Sinfonía sólida y a la vez gratamente expresiva, tras lo cual seguirían dos bises: una maravillosa lectura de Nimrod, de las Variaciones Enigma de Edward Elgar, y una ágil Obertura de Guillermo Tell de Rossini. Fue un programa de enorme atractivo dentro de lo previsto este año por el Mozarteum Argentino. Seguramente también era uno de los que más expectativa generaba. No defraudó en absoluto. Germán A. Serain

Fue el 10 de mayo de 2016
Teatro Colón
Libertad 651 – Cap.
mozarteumargentino.org

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