West-Eastern Divan Ensemble – Integrantes: Michael Barenboim y Hisham Khoury (violines), Sindy Mohamed (viola), Izak Nuri (violonchelo), Omar Farjoun Bishara (contrabajo), Aleksander Gurfinkel (clarinete), Ben Goldscheider (corno) y Benya Ünal (fagot) – Programa: Cuarteto para cuerdas N° 11 en fa menor, op. 95, de Ludwig van Beethoven; Octeto para clarinete, corno, fagot y cuerdas en fa mayor, D. 803, de Franz Schubert – Director: Michael Barenboim
En la historia de la música ¡cuántos padres han inspirado a sus hijos a seguir sus pasos, creando una herencia musical que se transmite de generación en generación! Pensemos en los Bach, los Scarlatti, quizás Giulio y Barbara Strozzi, los Couperin, los Mozart, los Strauss y tantos otros. Hace unos días, Buenos Aires tuvo el primer encuentro con uno de los dos hijos de Daniel Barenboim y la pianista rusa Elena Bashkirova: el violinista Michael Barenboim, nacido en París dos años después que su hermano David, conocido como KD-Supier, manager y letrista del grupo de hip hop alemán Level 8.
La enorme y suntuosa sala de nuestro Teatro Colón fue el marco de una inolvidable experiencia íntima y sobrecogedora de música de cámara. Dos obras bastaron para lograr ese clima: el Cuarteto para cuerdas Nº 11 en la menor, opus 95 (Serioso) de Beethoven y el Octeto para clarinete, corno, fagot y cuerdas en Fa Mayor, opus póstumo de Schubert. Los protagonistas: los miembros del West-Eastern Divan Ensemble, integrado por músicos de la Orquesta West-Eastern Divan, que fundaron Daniel Barenboim y Edward Said.
El cuarteto de Beethoven, compuesto entre 1810 y 1811, conserva todavía algunos elementos del optimismo del clasicismo. Pertenece al período medio de las composiciones de este género. No estuvo dedicado a un noble mecenas como los anteriores, sino a un muy buen amigo suyo de la clase media: Nikolaus von Zmeskall. Es el único cuarteto al que le dio un subtítulo: Serioso. En esta época Beethoven ya había desarrollado un total dominio del género cuarteto de cuerdas, desarrollo que podemos advertir a lo largo de su vida y de su carrera como compositor. De la obra emana una gran desesperación, quizás causada por dos fallidas historias de amor que había experimentado, su delicado estado de salud o su inseguridad económica.
Michael Barenboim, Hisham Khoury, Sindy Mohamed e Izak Nuri expusieron minuciosamente fragmentos líricos en contraste con impacientes momentos rítmicos, cromatismos y fugatos. La entrega fue total aunque la claridad de la exposición permitía seguir una partitura imaginaria.
En la segunda parte nos esperaba una soberbia visión del Octeto para clarinete, corno, fagot y cuerdas en Fa mayor, de 1824, una de las que en el primer cuarto del siglo XIX integraría las tres obras cumbres en seis movimientos junto con el Septimino en Mi bemol de Beethoven (1800) -compuesto con juvenil energía, en un estilo similar a los divertimentos y serenatas del clasicismo, antes de que comenzara la sordera del compositor- y el Octeto en Mi bemol op. 20 compuesto en 1825 por Felix Mendelssohn a sus 16 años.
Muy diferentes entre sí, los ocho músicos supieron adaptarse al modo íntimo y profundo del último período de la breve vida de Schubert. Hubo momentos de elevado lirismo y de recogida intimidad, con instantes de lucimiento para cada uno de los instrumentos a los que se unía el resto en una verdadera lección de música de cámara. Estela Telerman
Fue el 2 de junio de 2025
Teatro Colón
Libertad 621 – CABA
(011) 4378-7100
Michael Barenboim en este Portal
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